Se han necesitado dos años y medio y casi USD 300 mil millones de fondos del FMI/UE para que los mercados finalmente sopesen la probabilidad de salida de un país cargado de deudas. La salida de Grecia de la UME es inminente por segunda vez en los últimos seis meses. Sorprendentemente, el detonante de las recientes expectativas pesimistas respecto a Grecia no fue exclusivamente de naturaleza económica, sino también política. Durante las elecciones del 6 de mayo, los griegos expresaron su falta de voluntad de respetar el acuerdo sobre las medidas de austeridad. No hubiera sido una situación tan peligrosa si Grecia hubiera sido solvente, pero independientemente de la seguridad de ayuda continua que los funcionarios de la UE le brindaron a Grecia durante todo el proceso, el país se quedó sin fondos para los próximos plazos previstos para fines de junio y principios de julio.
Además de que los mercados esperan su salida, y a pesar del hecho tan difundido de que el 80% de los griegos desean permanecer en la Unión Monetaria Europea, se puede argumentar que los griegos mismos están considerando su salida de la Unión Europea. De hecho, el rápido retiro de más de US$ 900 mil millones de los bancos griegos durante las últimas semanas puede utilizarse como un indicador. Este "trote bancario" podría implicar que los griegos son conscientes de que un cambio de moneda repentino podría afectar sus depósitos en euros en los bancos mediante una depreciación masiva, por lo que decidieron retirar los EUR y colocarlos en otra parte. Muchos participantes del mercado sugieren que es el BCE el que debería lidiar con este problema de liquidez, por lo que el BCE debe estar preparado para inundar el mercado cuando se agoten los préstamos interbancarios. Sin embargo, consideramos que el respaldo de liquidez del BCE para los bancos periféricos podrían no tener el efecto deseado, ya que ayuda en el proceso de cubrir retiros más grandes de los bancos griegos.
El miedo en relación a lo que está ocurriendo en Grecia viene del riesgo de contagio a países como España o Portugal, donde la liquidez es un problema importante. En ese sentido, The Economist espera que los funcionarios de la UE aceleren su ritmo de avance hacia la integración financiera y fiscal, así como implementar algún tipo de seguro de depósito para toda Europa. Después de una decepcionante cumbre del G8 en Camp David, durante la cual los líderes apoyaron la postura en favor del crecimiento de Francois Hollande, en oposición la política de austeridad de Merkel, el EURUSD cerró apenas 50 pips por encima del precio de apertura. Esperamos que la cumbre de mañana aporte más información sobre la manera en que la UE planea manejar la situación actual.
En ese sentido, las acciones lograron salir de un mercado bajista que la semana pasada que había liquidado USD 4 billones en acciones, hubo un leve incremento en los Futuros estadounidenses y las principales monedas subieron frente al dólar. Respecto a los commodities, el oro y plata lograron revertir un movimiento bajista de varias sesiones, seguidos por el petróleo que tuvo problemas para subir debido a una insuficiente demanda global y a los altos inventarios de existencias. No podemos esperar que este cambio de rumbo se mantenga si se mantiene un statu quo en el período previo al referendum del 17 de junio próximo sobre la salida de Grecia disfrazado bajo la forma de una elección.