Más allá que tengamos el sistema "perfecto" (vamos a considerar "perfecto" si gano más de lo que pierdo), en general no sabemos dónde colocar los stop loss (y aquí van a aparecer los que dicen que no hay que colocarle Stop Loss a las operaciones por una infinidad de razones y esto será tema de debate en otro artículo), en dónde tomar las ganancias, pero lo más interesante: ¿cuánto debo arriesgar por cada operación?
Esta última pregunta, para mí, es la más importante. Porque de allí surgirá cuantas operaciones perdedoras consecutivas puede aguantar mi cuenta si tengo un sistema pésimo.
Pero para que tengan una idea: si se arriesga el 1% por cada operación vamos a poder perder 69 veces consecutivas y tener, aún, el 50% de nuestro capital intacto. Esa sería una buena noticia. Siendo realista, hay que ser demasiado malo para tener un record como ese. Igualmente conozco "sistemas automáticos" que lo pueden superar con creces…
Ahora bien, teniendo en cuenta que todo esto lo tenemos súper claro, operamos en el horario correcto, tenemos un sistema, seguimos la estrategia, entramos en el momento adecuado, sabemos dónde debemos tomar las ganancias...
Hasta aquí todo estaría perfecto. Pero, ¿qué ocurre cuando la entrada resultó fallida? Ahí empieza el tema muchachos. Sale a aflorar lo mejor de nosotros: nuestro ego. La parte emocional es la más difícil de "administrar" en esta profesión.
La operación se nos vuelve en contra (no existe un sistema que tenga el 100% de efectividad y por otra parte tenemos que entender que las pérdidas forman parte de la operativa) y ya se nos está por estopear la operación y... ¿qué hacemos?
Seguramente vamos a correr el stop loss, lo seguimos corriendo, total, en algún momento va a dar la vuelta. La operación se sigue moviendo en contra a nuestra entrada. Nosotros continuamos moviendo el stop, ya va a dar la vuelta, pensamos.
Pero no, el precio sigue cayendo, vemos la cuenta y ya estamos con una pérdida del 10% de nuestro capital. Entonces, como ya nos duele el bolsillo, cerramos la operación. ¿Qué ocurre unos minutos después?
¡Acertaron! La operación se dio la vuelta y comenzó a recuperarse la pérdida. Esto me ha pasado infinidad de veces y si a ustedes no les ha pasado, les va a pasar, no se preocupen.
Por eso es importante contar con herramientas que nos permitan administrar la operación una vez que estemos dentro. Y no me refiero a un EA automatizado, sino a que deben armarse algún EA semiautomático que contemple la administración operativa, es decir, que sepa dónde colocar el stop de manera automática, donde debe tomar las ganancias o colocar una reversión en el momento adecuado. Esto hará que nos sintamos mucho más cómodos al operar, ya que solamente debemos ocuparnos de buscar la entrada, todo lo demás lo gestiona el EA.
Una vez que pude terminar mi EA semiautomático, particularmente me he sentido mucho menos estresado en la operativa. Hoy por hoy busco automatizar todo. Pero hacer esto, obviamente lleva una inversión de recursos y tiempo que muchas veces no tenemos.
La idea del artículo es que, si no les está yendo como les gustaría en esta profesión, vuelvan a lo básico, analicen sus estrategias de entrada, haciendo un reconto de la manera que cada uno tiene de operar, tratando de mejorar en donde deban hacerlo y cambiar lo que deban cambiar, para que sus cuentas se vayan incrementando a través del tiempo, sin tantos sobresaltos.