La libra ha sufrido una caída lastrado por los últimos datos de la inflación, muestra una bajada un poco superior a lo esperado, 3,0% en abril, desde el 3,5% anterior. Esto vuelve a poner la inflación en la trayectoria descendente que se inició en diciembre del año pasado, pero ha sido interrumpida por los números de Marzo. La mitad de la disminución de la tasa interanual provino de los precios del transporte, algunos debido a las fechas de Pascua y su impacto en las tarifas aéreas. El ritmo de la inflación anual se redujo en sólo seis de las 12 categorías, demostrando que las fuerzas des-inflacionarias no se transmiten a través de la economía en su conjunto. El otro punto a destacar es que la caída de la inflación subyacente fue más modesta de lo esperado, al 2,1% desde el 2,5%.
¿Significa esto que el Banco está preparado para más QE? Puede que tengamos alguna indicación más sobre esto con el acta de la reunión de Mayo del MPC mañana. Sin embargo, sigue habiendo una división bastante amplia en la opinión del MPC y otro factor a tener en cuenta es que el MPC siempre ha sobreestimado el impacto a la baja sobre la inflación de la debilidad de la economía. También sería mucho asumir que más QE ayudaría a estimular de forma natural, dados los rendimientos decrecientes, especialmente los Gilt ya tan bajos. Desde esta perspectiva, la reacción de la libra esterlina a los números de esta mañana, podría ser visto como un poco exagerado, pero, como hemos escrito esta mañana, los mercados de divisas se basan en el posicionamiento y cobertura (sobre todo en el euro y el dólar australiano), por lo que es prudente racionalizar tales movimientos basándose en un completo análisis de los datos. Estamos, por el momento al menos, en aguas revueltas en el mercado FX.