EUR. Los datos positivos del viernes pasado hicieron que la moneda única empezara la semana con buenas vibraciones, avanzando especialmente frente al dólar. La producción industrial en Alemania creció en 2,6% en mayo, superando ampliamente el 0,3% esperado, además, el dato de ventas minoristas en Italia fue también robusto, con un crecimiento de 0,8% en mayo. Y para poner la guinda al pastel del euro, Reuters publicó un artículo en el que se hablaba de que China buscaba estrechar las relaciones comerciales con la Unión Europea para formar un frente común ante los Estados Unidos. Esta semana, el lunes y el miércoles tendremos declaraciones del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi; el cuestionario sobre el sentimiento económico en Alemania de ZEW se publicará el martes, y las actas de la última reunión sobre políticas monetarias del BCE, el jueves. Los mercados prestarán especial atención a este último dato para entender mejor la decisión histórica alcanzada en esta reunión, de poner fin al programa de compra de activos.
GBP. La libra esterlina ganó durante la semana pasada casi medio punto porcentual frente al dólar, logrando pequeños avances también frente al euro. La reunión de la semana pasada en la residencia de verano de Theresa May en Chequers, Buckinghamshire, concluyó con la negociación de una posición común. Y esta posición común consiste en un posible Brexit suave, con acceso al mercado único al estilo de Noruega. Aunque se acordó un Brexit suave para facilitar la salida amistosa de las empresas del bloque comercial, algunos de los ministros principales para el Brexit anunciaron su dimisión – como David Davis, que dimitió de su cargo de Secretario para el Brexit. La libra ha iniciado el día pasando a la ofensiva, lo que parece indicar que los mercados están dispuestos a mirar hacia otro lado ante la posibilidad de que se presente una moción de censura, dado que al menos, se ha aclarado la posición del gobierno ante las negociaciones, y plantean un escenario favorable para las empresas. Mañana, la Oficina Nacional de Estadística publicará su primera estimación mensual del producto interior bruto de los tres meses transcurridos hasta abril, para la que se espera la paralización del crecimiento de la economía del Reino Unido. El miércoles, se celebrará una reunión de la OTAN a las afueras de Bruselas, en la que se hablará principalmente del gasto en defensa, y el jueves, Donald Trump iniciará su primera visita al Reino Unido como presidente de los EE. UU.
USD. La imposición de los aranceles, la semana pasada, llevó a que el USD retrocediera frente a todo el panel de divisas del G10, sufriendo la mayor parte de sus pérdidas el viernes, el mismo día en que entrarán en vigor estos aranceles. El dato de salarios no agrícolas del viernes parece indicar que pese a que se han incorporado 202.000 trabajadores adicionales a la economía en junio, el número de trabajadores totales que se incorporaban al mercado laboral anuló este dato, haciendo que la tasa de desempleo subiera de 3,8% a 4%, y dio el pistoletazo de salida a la senda a la baja del dólar. Parece que se ha calmado el intercambio de declaraciones en la llamada “guerra comercial” tras la imposición el viernes de aranceles del 25% sobre bienes por valor de 36.000 millones de dólares por ambas partes. El martes se publicarán los datos de inflación según el índice de precios al consumo en China, que se espera suba hasta 1,9% y el jueves, se publicarán en Estados Unidos los datos del IPC de junio, con una inflación que se espera suba hasta el 2,9%. Algo que se repetirá durante los próximos meses, al incrementarse el precio de las importaciones debido a los aranceles. Si se produjera una nueva escalada o subida en el momento de la implantación de estos aranceles podría obligar a los bancos centrales correspondientes a pasar a la acción, y en este sentido, la Reserva Federal ya está remarcando el coste que los aranceles tendrán para la economía.
CAD. Toda una serie de datos sobre comercio y sobre el mercado laboral con distintas lecturas hicieron que el dólar canadiense se mantuviera en una estrecha banda de cotización el pasado viernes, sin que los precios del crudo WTI pudieran echar una mano al loonie. La tasa de desempleo de junio resultó algo más alta de lo esperado, 6,0%, y el crecimiento de los salarios también fue algo decepcionante, 3,5%. Al menos, la fortaleza del empleo mejoró un poco el informe sobre el mercado laboral, al incorporarse 31.800 nuevos puestos de trabajo a la economía canadiense en junio. El déficit de la balanza comercial subió ligeramente, pero, dado que es demasiado pronto para poder distinguir los efectos de los aranceles recién implantados por Estados Unidos, este dato negativo apenas tuvo consecuencias. Esta semana todas las miradas se centran en la decisión sobre tipos de interés del banco de Canadá de este miércoles, en la que probablemente veamos un banco de Canadá con la confianza suficiente como para subir los tipos, aunque la pregunta será más bien, en caso de subida, si esta irá en la línea blanda o en la línea dura.