El método y no la predicción.
Este artículo debe leerse como un análisis más profundo de lo publicado en el texto "Un junio traicionero para las bolsas".
Los tres índices americanos, el viernes 31 de mayo, nos mostraron un potente rebote al unísono.
Tanto el Nasdaq como el futuro del S&P500 sintieron una especie de descarga eléctrica, tocaron la media móvil de 50 y escaparon hacia arriba. El futuro del Dow Jones casi tocó la media móvil exponencial de 150, mientras que en el lado alto, fue detenido por la media móvil exponencial de 100.
Los movimientos coordinados de los tres dedos índices son siempre un excelente síntoma de la fuerza del movimiento.
Los tres índices tuvieron una divergencia moderada con respecto a los máximos de mayo, antes de la reciente ola bajista: el S&P500 y el Nasdaq desarrollaron máximos crecientes, especialmente el segundo, mientras que el Dow Jones sólo registró un doble techo. Sin embargo, los tres están alcanzando mínimos más altos después del mínimo del 19 de abril.
La divergencia en los máximos es más bien un síntoma de dificultad para romper la resistencia. La ruptura de esta resistencia y por tanto nuevos máximos históricos de los tres índices es lo que buscamos para confirmar la tendencia alcista.
Si, por el contrario, ante la incapacidad de romper la resistencia, viéramos que el mercado cayera por debajo de los mínimos del 19 de abril, sería un muy mal síntoma, que potencialmente haría que el ciclo actual girara a la baja.
Nuestros algoritmos proporcionan una probabilidad aún mayor (pero no abrumadora) para la primera hipótesis (nuevos máximos históricos).
El panorama de un junio que potencialmente puede no ser muy brillante, por las razones explicadas en nuestro artículo anterior, ciertamente no favorece una respuesta determinada en el nuevo mes en curso.
Recordemos que estamos en la fase final de un ciclo histórico muy importante y recurrente que es el ciclo de 4 años.
La mayor probabilidad es la de que la subida continúe hasta el verano, incluyendo el mes de julio como mes potencialmente muy positivo.
El patrón de los últimos seis años electorales, que muestra negatividad en los mercados a partir de agosto o después de agosto, la posible conclusión del ciclo de cuatro años, la estacionalidad bajista de la segunda quincena de septiembre, son elementos que contribuyen a la probabilidad de una reversión de la tendencia alcista a bajista a partir de agosto, con una onda de corrección bajista estimada en torno al 15-20%.
Esta reversión podría comenzar incluso antes (no es nuestra opinión actual), ya que podría retrasarse aún más hasta 2025, teniendo en cuenta que la última fase de un ciclo de medio-largo plazo puede fácilmente tener una distorsión, que la acorte o la alargue.
En la semana que comienza el lunes 3 de junio, el soporte del S&P500 está en 5220, mientras que la resistencia está en 5360.
Los días más probables para alcanzar el máximo de la semana son el 5 o 6 de junio, en caso de que el rebote que puso fin a la sesión del S&P500 el viernes por la tarde continúe, como suponemos que podría suceder.
El algoritmo de tiempo superior, calculado mediante un método matemático, indica un importante punto de inversión a corto plazo en la semana siguiente (entre el 11 y el 14).
Corresponde también a uno de los nodos estacionales (13 de junio, señalado como mínimo relativo más probable) ilustrado en el citado artículo, y por tanto otorga a este período mayor importancia entre los cuatro identificados en dicho análisis.
En la estacionalidad existe un nodo intermedio el 23 de junio, lo que no está nada confirmado por los algoritmos matemáticos, que posponen el siguiente punto de inversión hacia el 1 de julio, lo que coincidiría con una mínima aproximación con el nodo estacional del 27 de junio (diferencia de sólo dos días hábiles).
Centrémonos por ahora en la primera quincena y prestemos atención a un junio que a veces ladra, más raramente muerde, pero es lo suficientemente esquivo como para inspirar miedo a la incertidumbre.
P.D.: Le recordamos que las proyecciones nunca deben usarse para operar. El éxito del trading se basa en el método y no en la predicción. El pronóstico ayuda a comprender el escenario potencial del mercado pero no identifica puntos de entrada o salida.
Todos nuestros sistemas de trading, que ilustramos y difundimos con el objetivo de difundir la Cultura Financiera, no se basan en la predicción, sino en el método.
Si está basando sus operaciones en predicciones y no obtiene ningún resultado, pregúntese seriamente si esta podría ser la solución.