La Reserva Federal dejó sin cambios, como estaba previsto, los tipos de interés de referencia en un mínimo de 0 a 0,25%, al cabo de la reunión de política monetaria que finalizó el miércoles.
Pero más allá del anuncio formal, que estaba descontado por los mercados, quedaron conclusiones importantes de cara al primer semestre de 2015, a saber: en primer lugar, en la conferencia de prensa posterior al comunicado, la presidente del organismo, Janet Yellen, alcaró que la entidad podría considerar incrementar los tipos de interés dentro de las próximas dos reuniones, que tendrán lugar el 28 de enero y el 18 de marzo. La que sigue, será el 29 de abril que es donde, de acuerdo a las especulaciones de primera hora, podría tomar acción la Fed.
En segundo término, el comunicado eliminó la frase que esgrimió la Fed desde que en diciembre de 2008 dejó los tipos de interés en el nivel actual, y que aludía a dejar los mismos extraordinariamente bajos por un considerable período de tiempo, sin más definiciones. Yellen se encargó esta vez de explicar que deberá ser paciente el mercado con una decisión de este tipo. Y no le falta razón: por la mañana, y aunque pasó desapercibido por la magnitud del comunicado, el índice de inflación minorista arrojó una baja del 0,3% en noviembre.
Si se toman en cuenta dos variables fundamentales, como lo son la creación de empleo, que pasa por su mejor momento en casi 10 años, y la inflación, claramente surge en déficit en esta última a la hora de aumentar los tipos de interés. Acaso suena lógico hacerlo con inflación negativa? En que teoría económica cabe esta posbilidad como razonable?
Sin dudas, el petróleo en mínimos de más de 5 años está impactando sobre la inflación. Y también es sabido que cualquier incremento del mismo, que podría estabilizarse entre los 60 y 74 dólares en un plazo no muy lejano, también generará inflación y, sobre todo, motivos para convencer a la Fed de que llegó el momento de aumentar la tasa de interés, algo a lo cual se niegan sus formadores de política monetaria casi por unanimidad.
¿Podrá mantenerse en esa inteligencia la Fed mucho tiempo más? No parece. Yellen fue clara en su presentación, y de inmediato, el dólar reaccionó al alza, borrando de un solo golpe sus pérdidas ante las monedas principales, que a duras penas habían logrado recuperarse desde una semana atrás.
Pero a la vez, ¿será sostenible este nuevo alza del dólar? No hay que olvidar que la moneda norteamericana creció durante casi un semestre al amparo de la expectativa de tipos de interés que, al cabo, no solo no tuvo lugar, sino que fue anunciada en forma potencial para dentro de no menos de 4 meses.
De manera tal que no parece prudente pensar en un dólar muy caro en los primeros períodos de 2015, si lo que se pretende es ese mismo dólar más fuerte desde el segundo o tercer trimestre. Ya no habría mucho lugar, sin una corrección bajista anterior, para un rally de la moneda líder en ese plazo.
En otro orden, el Banco Nacional de Suiza bajó sus tipos de interés a tasa negativa a primera hora en la sesión europea. Esta medida desplomó al franco suizo, que lentamente va recuperando posiciones. Su principal referente es el euro, ante el cual llegó a 1,2005 en el mínimo deldía, casi en la línea de intervención que aparece en 1,20. Suiza está anticipando un probable plan de estímulo por parte del Banco Central Europeo, y toma medidas de precaución bastante lógicas.
En tanto, la encuesta IFO de clima de negocios de Alemania quedó en 105 puntos en diciembre, valor esperado por los mercados. El euro reaccionó a la baja, pero no quebró sus propios mínimos de más de dos años, por ahora fijados en 1,2245, y se recupera ligeramente de cara a la sesión americana.
La libra esterlina, por último, se benefició en la mañana europea de un buen dato de ventas minoristas en Reino Unido, que crecieron por encima de lo esperado en noviembre, y se posiciona con tendencia alcista para el resto de la jornada.
Para tener en cuenta: las peticiones semanales de desempleo, a las 8:30 del este, dato que podría impactar en el dólar, en medio de un panorama financiero que, a nivel global, parece retomar la calma.