Chris Iggo, CIO Core Investments en AXA (PA:AXAF) IM, ahonda en sus perspectivas para los próximos meses. "Los precios de los activos se verán respaldados por una liquidez abundante, los cambios a corto plazo en el sentimiento serán impulsados por las noticias sobre el Covid y las reflexiones de los bancos centrales, las rentabilidades seguirán siendo bajas y las bolsas seguirán al alza". Por eso, vaticina: "la segunda mitad del 2021 será muy parecida a la primera".
Perspectivas macro
"El escenario macroeconómico apunta claramente a rendimientos más altos en previsión de tipos de interés a futuro más elevados y en respuesta a las tasas de inflación más altas". Sin embargo, Iggo advierte que "esto se ha visto eclipsado por factores técnicos que han impulsado la demanda de activos seguros".
Perspectivas mercados
"La prima de riesgo real sigue estando en la renta variable", apunta Iggo, ya que, tal y como comenta, "los beneficios por acción agregados apuntan a una imagen muy optimista para los valores cotizados en general".
"La prima de rentabilidad de la renta fija es del 3,4% para Estados Unidos y de alrededor del 6% para la renta variable europea, británica y de mercados emergentes. [...] Ésta es una buena razón para mantener una actitud positiva en los mercados de renta variable", concluye Iggo
"Se prevé que las ganancias crezcan un 12% en Estados Unidos durante el próximo año. En Europa, el porcentaje sería muy similar; y en tasas de crecimiento mucho más fuertes para las grandes economías de los mercados emergentes", indica el experto.
Perspectivas bancos centrales
"No es probable que las perspectivas de beneficios para 2022 se vean socavadas por lo que los bancos centrales están hablando cada vez más: un cambio hacia la reducción del estímulo monetario".
"Existe la opinión de consenso de que la Fed anunciará una reducción de sus compras de bonos del Tesoro antes de final de año y posiblemente ampliará eso en el simposio monetario de Jackson Hole a finales de este mes".
"Los mercados no esperan subidas de tipos hasta 2023 y es posible que la reducción gradual no cambie la dinámica de los mercados de bonos durante algún tiempo. Sin embargo, una visión de 2 a 3 años probablemente requiera más cautela, ya que las condiciones monetarias deberían ser más estrictas entonces de lo que son ahora".