El movimiento de ficha que hizo ayer el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, al rebajar los tipos de interés hasta el 0,05%, ha hecho que muchos inversores estén pensando en que sea el "momento de Bernanke" en Europa, cuando la Reserva Federal inició sus programas de flexibilización cuantitativa. Pero la respuesta rápida es "no". No habrá fiesta en las acciones europeas.
No se pueden hacer comparaciones de igual a igual
La diferencia entre el programa de compra de activos (ABSPP, por sus siglas en inglés) de Mario Draghi, inspirado por la Fed, es completamente diferente en términos de valoración a cuando el ex-presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, puso en marcha el programa. En EE.UU. hemos tenido valoraciones prospectivas históricamente muy bajas, mientras que ahora tenemos las valoraciones futuras en línea con la media histórica (al menos en EE.UU.).
El EuroStoxx 600 está negociando a un P/E a 12 meses de 15,3x, que se sitúa ligeramente por debajo del S&P 500, pero la diferencia en esta perspectiva es muy diferente. En EE.UU. el mercado doméstico está creciendo a un ritmo saludable del 3% anual, manteniendo además unos márgenes operativos amplios con crecientes expectativas. En Europa, las expectativas a futuro son planas y los márgenes se encuentran bajo presión con varios baches en el camino debido al conflicto con Rusia.
La medidas del QE de la FED redujeron los viento de cola y los costes de financiación tanto en el sector público como privado. Como resultado, tuvimos dos años (2012 y 2013) de rápida expansión de múltiplos ya que el futuro era más "brillante".
En Europa no sucederá lo mismo porque los múltiplos a futuro ya reflejan una mejora de las perspectivas, cuando en realidad todo está bastante nublado. En ese sentido, no creemos que el programa de compra de activos del BCE sea la salvación para los inversores en renta variable europea.