Vamos a retroceder un poco y entender la estructura a corto plazo del mercado de valores estadounidense. Los inversores pesimistas quedaran destruidos hace dos semanas por el Banco Central Europeo (BCE) y el informe de empleo de mayo, que fue mejor de lo esperado, y se llevaron otro golpe el miércoles cuando la Reserva Federal de Estados Unidos les lanzó una bola curva perfecta.
Ahora, Janet Yellen y compañía decidieron reducir el alivio cuantitativo en otros 10.000 millones de dólares, lo que es un signo más duro y muestra más confianza en una recuperación económica. Al mismo tiempo, también reiteraron su política de tipos de interés bajos, que les encanta a los inversores oportunistas para impulsar las acciones a niveles más altos.
Los gestores de fondos tienen ahora poco más de una semana para cerrar el primer semestre del año de alguna forma positiva, y esta llamada ansiedad de rendimiento es literalmente palpable a medida que hago mi ronda semanal con colegas traders y administradores de hedge funds.
La cinta de baja direccionalidad y baja volatilidad que afectó a los inversores durante la mayor parte del primer semestre finalmente se resolvió con un mayor precio en las últimas semanas; y es probable que haya dejado a la mayoría de los inversores de capital estadounidenses con un rendimiento menor al del S&P 500, lo que los obliga a perseguir las acciones a mayor precio al final del trimestre.
Mi índice bursátil preferido de Estados Unidos para seguir el soporte a corto plazo y la resistencia también para el mercado de valores estadounidense más amplio es el índice de pequeña capitalización Russell 2000.
El Russell 2000 es un indicador mucho mejor del panorama económico de Estados Unidos que su hermano mayor S&P 500, dado que muchas de las compañías que lo conforman obtienen sus ingresos dentro de la economía estadounidense.
Hace dos semanas, destaqué la línea diagonal de resistencia con la que se enfrentaba el Russell 2000 y lo que muchos inversores oportunistas describieron como una importante subida menor.
Desde entonces, el índice simplemente se ha consolidado de forma constructiva, y con el movimiento del miércoles subió aún más alto. Aunque todavía me siento más cómodo comprando S&P 500 hacia mi objetivo alcista de entre 1.970-2.000 puntos, el Russell puede volver fácilmente hacia la zona de 1.210 puntos, que equivaldría a sus máximos históricos de marzo.
Otro indicio de que los inversores están persiguiendo a las acciones y así impulsándolas a subir está en el tono alcista del sector de la biotecnología. Recordemos que este sector recibió fuertes golpes durante la primavera, pero su rebote a partir de los mínimos de abril ha sido contundente.
En los últimos días, el Nasdaq Biotechnology ETF (NASDAQ:IBB) se comenzó a consolidar de manera ajustada, y algunas acciones de una única denominación dentro del grupo ya han empezado a ascender.
En definitiva, aunque continúan en la última parte de un mercado alcista cíclico, todavía parece que las acciones seguirán subiendo.
Las acciones del sector del transporte también se ven bien y hasta que empiezan a retrasarse un poco, las mayores probabilidades permanecen en el lado largo del mercado.