Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Durante los últimos tres meses, los inversores han estado agonizando ante la inminencia de dos acontecimientos: la reunión del BCE de diciembre y las decisiones sobre los tipos de interés del FOMC. En las próximas dos semanas, sabremos si las condiciones de la zona euro han empeorado lo suficiente como para garantizar un ajuste de la política monetaria de la Fed. Aunque estos dos acontecimientos determinarán cómo se comportarán las divisas hasta Año Nuevo y también después, no son las dos únicas grandes citas del calendario de esta semana, ni de este mes. Si observamos el calendario económico, hay al menos 10 acontecimientos pendientes que podrían provocar una considerable volatilidad entre las divisas. Esto incluye tres anuncios sobre política monetaria (Banco Central Europeo, Banco de la Reserva de Australia y Banco de Canadá), una serie de comparecencias de responsables de política monetaria, entre ellos Yellen y Carney, los PMIs de casi todas las economías principales y una reunión de la OPEP. Con semejante volumen de datos, es tremendamente importante ser selectivo.
Las herramientas para decidir con qué divisas negociar esta semana se reducen a las expectativas del mercado. Si los precios se mueven en función de algún informe positivo o negativo o si los datos no cambian las expectativas del mercado en cuanto al comportamiento de la política monetaria, la reacción de las divisas será nominal. Esto es cierto en el caso de la mayoría de los informes sobre los PMIs de esta semana y algunas publicaciones del sector laboral. Más específicamente, aunque el informe sobre empleo no agrícola de Estados Unidos adquiere especial importancia esta semana, los informes de Alemania y Canadá deberían tener un impacto mínimo sobre el EUR y el CAD. El mercado está convencido de que el BCE implementará medidas de relajación y la publicación de un informe positivo no cambiará sus posturas. Al mismo tiempo, el Banco de Canadá se reúne antes de la publicación del informe sobre empleo de Canadá y sus previsiones económicas deberían tener un impacto mayor sobre la divisa. Creemos que los PMIs del Reino Unido serán positivos pero los responsables de la política monetaria han ignorado los informes positivos. Todo apunta a que tanto el Banco de la Reserva de Australia como el Banco de Canadá mantendrán inalterada su política monetaria y, a menos que uno de ellos sugiera que está dispuesto a recortar los tipos, el impacto en el AUD y el CAD no debería durar mucho. Esto nos trae de nuevo hasta la reunión del BCE, el informe sobre empleo no agrícola y las declaraciones de Yellen. La mayoría de los inversores coinciden en que el BCE va a relajar su política monetaria, que los datos sobre el empleo no agrícola será positivo y que Yellen afirmará que el ajuste de la política está a la vuelta de la esquina, aunque pocos tienen un buen presentimiento en cuanto a lo lejos que llegarán el BCE o la Fed o lo robustas que serán las cifras del informe sobre empleo no agrícola. Este margen para lo inesperado indica que aún puede producirse una gran reacción a los principales acontecimientos de este mes.
Todo el mundo está pendiente del euro esta semana y nosotros creemos que llegará y se situará por debajo del nivel de 1,05. Aunque los inversores han descartado completamente que el BCE ajuste su política monetaria, se ha suscitado una gran incertidumbre en torno a las medidas que tomará el banco central. Podrían reducir la tasa de depósito, posponer la holgada fecha límite del programa más allá de septiembre de 2016, ampliar los tipos de activos de sus adquisiciones, implementar un sistema de tipo de depósito en dos niveles y/o anticipar sus compras. En vista del reciente debilitamiento de la economía de la eurozona, la baja inflación y el riesgo de una mayor tendencia a la baja, el tono de Mario Draghi podría ser más agresivo de lo que esperan la mayoría de los inversores. El EUR/USD podría ampliar tranquilamente sus pérdidas si el mercado acaba subestimando al banco central.
El índice dólar ha registrado máximos de ocho meses y lo interesante de esto es que este hito se ha alcanzado a pesar de que el dólar ha perdido posiciones con respeto a la libra, el franco suizo y los dólares australiano, neozelandés y canadiense. Los datos de Estados Unidos han sido decepcionantes; el PMI de la región de Chicago ha descendido de 56,2 hasta 48,7 puntos y las ventas de vivienda construida han aumentado sólo un 0,2% frente a los pronósticos del mercado que hablaban de una subida del 1%. Aun así, la resistencia del dólar indica que los inversores están convencidos de que el informe sobre empleo de esta semana será lo suficientemente positivo como para que la Fed suba los tipos de interés y Janet Yellen, que comparecerá varias veces esta semana confirme que la implementación de ajustes en la política monetaria sigue siendo muy probable. Como el informe sobre el empleo no agrícola no se publica hasta finales de la semana, toda la atención se centrará en las declaraciones de la Fed. Aparte de Yellen, otros nueve miembros del FOMC ofrecerán también declaraciones y esperamos que coincidan en sus posturas. En última instancia, creemos que el dólar subirá esta semana a menos que Yellen se eche atrás respecto a sus declaraciones e indique que el banco central podría abstenerse de subir los tipos este año.
Esta noche, todas las miradas estarán puestas en el dólar australiano, que ha ganado posiciones con respecto a las demás monedas principales a la espera del anuncio sobre política monetaria previsto para esta tarde. No se espera que se observen cambios en los tipos de interés del Banco de la Reserva de Australia pero las relajadas previsiones económicas del gobernador Glenn Stevens indican que no tienen prisa ninguna por volver a recortar los tipos de interés. Su optimismo en relación con la recuperación de la economía interna podría contagiarse a su anuncio sobre política monetaria o a sus declaraciones de esta semana. Como se muestra en la tabla a continuación, se ha producido una mejora en las economías de China y Australia desde la última reunión del Banco de la Reserva de Australia. La gran noticia del día ha sido la inclusión oficial del yuan chino en la cesta de divisas con derechos especiales de giro del FMI. Al yuan se le adjudicará una participación del 10,92%, algo menos de lo previsto. Lo interesante de estas nuevas participaciones es que el mayor afectado ha sido el euro, que ahora representa el 30,9% de la cesta en lugar del 37,4%. Mientras que el EUR/USD no ha reaccionado especialmente a las noticias, sin duda no ha sido positivo para la divisa.
Por primera vez en siete meses, elGBP/USD se ha situado por debajo del nivel de 1,50 aunque la venta masiva no ha durado mucho, pues el par de divisas ha repuntado bruscamente y ha cerrado la jornada muy por encima de este nivel. Que la libra se las apañe para mantener ese ritmo por mucho tiempo depende de lo que ocurra en las próximas 24 horas. Creemos que la actividad manufacturera mejorará pero, si el gobernador Carney del Banco de Inglaterra y otros responsables de la política monetaria del Reino Unido expresan sus preocupaciones acerca de la recuperación de la nación, los datos serán irrelevantes. Carney es menos prudente que sus colegas pero los bajos niveles de inflación representan un persistente y serio problema.
Los dólares canadiense y neozelandés han ganado posiciones hoy tras la publicación de unos alentadores datos. El déficit por cuenta corriente de Canadá se redujo durante el tercer trimestre, mientras que la actividad empresarial de Nueva Zelanda ha aumentado considerablemente. El dólar neozelandés ha sido de hecho la divisa que mejor actuación ha ofrecido hoy. Se acerca el final del año y las previsiones acerca de que el BCE relajará su política monetaria han provocado que los inversores reaccionen ante el gran rendimiento de la divisa.