Los efectos del llamado a elecciones anticipadas en Reino Unido, anunciado por la líder Theresa May el martes, siguen afectando a la libra esterlina.
La divisa británica alcanzó en la víspera 1,2904, máximo que no tocaba desde inicios de octubre de 2016, cuando dejó un gap en 1,2960, próximo objetivo alcista del par GBP/USD.
Era bastante claro, y lo hemos señalado en esta columna de opinión en reiteradas oportunidades, que la libra no podía seguir cayendo como muchos pronósticos lo indicaban. No hay motivos reales más que intereses especulativos, que pueden influir en algunos activos de menor calibre pero no en una moneda como la británica, para que el precio se mantuviera siquiera cerca de 1,20.
La caída más fuerte de la libra en las últimas décadas, al menos desde la casi quiebra del Banco de Inglaterra (BoE) ante una maniobra de George Soros en los años 80, se produjo entre el 23 y 24 de junio pasado, precisamente cuando la población británica votó a favor del Brexit.
Después de tocar 1,5016, la libra se desplomó en minutos a 1,31, para recuperar parcialmente sus pérdidas luego, pero ya con un marcado sesgo bajista. Desde allí, la economía británica acumuló buenas noticias, y sobre todo una inflación creciente, que llevó a varias autoridades del BoE a anunciar un próximo aumento de tipos de interés, que habían sido preventivamente recortados en julio, cuando la confusión por el Brexit reinaba en las islas británicas.
Este anuncio de May, que busca claramente una base de consenso para comenzar a ejecutar el Brexit, pero también extender el gobierno de su partido al menos hasta 2022, no hizo más que darle impulso alcista a una moneda que se prepara para llegar a 1,30, en una escala que no tendrá paradas intermedias hasta 1,3650 en una segunda instancia.
Por otro lado, el euro se mantiene expectante, ya por encima de 1,07, a la espera de las elecciones francesas previstas para el próximo domingo. Los dos candidatos más importantes ofrecen propuestas opuestas, por lo que la segunda vuelta será definitoria para el destino del euro.
Aunque más allá de los resultados, no hay que perder de vista que de los once candidatos que se presentan el próximo domingo, ocho están a favor de salir de la Unión Europea y de la eurozona. La salida fácil de emitir moneda local para aplacar los ánimos de una población descontenta ya ha dejado de ser patrimonio de Sudamérica, para extenderse a varias latitudes.
Muchos especulan con que el euro define su supervivencia el próximo domingo. No adherimos a dicha opinión, salvo que a la segunda vuelta pasen dos de esos ocho candidatos que bregan por eliminarlo como moneda nacional. En ese caso, el ya lejano en el tiempo 1,0340 de inicio de enero quedará como resistencia de largo plazo, ante una apertura de sesión que será mejor ver desde afuera.
La agenda de noticias incluye los inventarios semanales de petróleo -impactará sobre el peso mexicano y el dólar canadiense, este último muy debilitado en las últimas 24 horas-, y el Libro Beige de la Fed, tal vez lo más importante de la semana, aún cuando no se esperan cambios en los tipos de interés en la próxima reunión del organismo.