Los activos de riesgo, con la renta variable a la cabeza, volvieron a sufrir AYER un duro castigo en los mercados occidentales, consecuencia de la aparente “capitulación” de muchos inversores. Así, los principales índices bursátiles europeos cerraron la sesión con fuertes descensos, aunque lejos de sus niveles mínimos del día, que fueron alcanzados por la mañana. En sentido contrario, los índices estadounidenses acabaron la jornada en sus mínimos del día, con el Dow Jones sufriendo su segundo mayor descenso porcentual en un día, situándose así esta caída solo por detrás de la del famoso “lunes negro” en 1987, cuando cedió el 22,6%.
De esta “huida del riesgo” generalizado AYER tampoco se salvaron los bonos soberanos, incluidos los alemanes, que también fueron penalizados por los inversores, aunque los de los países periféricos recibieron un castigo mucho mayor, lo que provocó un fuerte repunte de sus rentabilidades y de las primas de riesgo de estos países. Únicamente los bonos del Tesoro estadounidenses y, en menor medida el oro, ejercieron AYER de refugio.
Igualmente, el precio del crudo cayó AYER cerca del 10% durante la sesión, con el WTI estadounidense situándose a su nivel más bajo en cuatro años (febrero 2016).
De momento las actuaciones coordinadas de los bancos centrales de todo el mundo -AYER fue el turno del Riksbank sueco, que anunció medidas para inyectar liquidez a su sistema bancario, entre ellas bajadas de tipos y nuevas compras de activos en los mercados secundarios- y las medidas de política fiscal anunciadas por los diferentes gobiernos no han sido capaces de calmar a unos inversores que AYER escucharon como distintas autoridades, entre ellas algunos funcionarios de la Unión Europea (UE) y el propio presidente de EE.UU., Donald Trump, hablaban ya sin tapujos de recesión económica en el corto plazo.
Algo que no es difícil de imaginar con cada vez más gobiernos optando por medidas radicales para combatir la propagación del Covid-19. En ese sentido, AYER fue Francia la que anunció que el país era puesto en su totalidad en cuarentena, siguiendo así los pasos de Italia y España, país éste último que AYER optó por cerrar sus fronteras -también lo hizo la UE en su conjunto-. También en EE.UU. algunas ciudades y algunos estados están comenzando a “apagar las luces”, algo que con toda seguridad va a tener un elevado coste económico, con sectores de actividad como el de las aerolíneas, por ejemplo, necesitando ser rescatados -en EE.UU. ya se habla de un plan de 50.000 millones de dólares para este fin-.
Por tanto, y como venimos señalando en nuestros comentarios, la volatilidad en las bolsas ha llegado para quedarse, lo que se traducirá en fuertes movimientos de los índices y de las cotizaciones de las empresas, no sólo a la baja, ya que habrá repuntes técnicos puntuales, pero hasta que no toquen fondo los índices, el riesgo de tomar nuevas posiciones seguirá siendo elevado, sobre todo si estas tienen un horizonte temporal cortoplacista.
No obstante, y por aportar algo de optimismo a la situación, sí creemos que tanto las medidas de política monetaria que están adoptando los bancos centrales, inundando de liquidez el sistema para impedir que éste se pare, como las anunciadas en el ámbito fiscal por muchos gobiernos -se está imponiendo el aplazamiento y/o la bajada de impuestos a empresas y particulares como alternativa; ver sección de Economía y Mercados en la que analizamos que el gobierno de Japón está pensando retirar temporalmente la subida reciente del impuesto sobre las ventas, equivalente al IVA-, van a servir para que, una vez superada la crisis sanitaria global provocada por el coronavirus chino, el crecimiento económico se pueda recuperar en un plazo de tiempo razonable. En este sentido, cabe destacar el buen ritmo al que parece que se está comenzando a recuperar la actividad en China, epicentro inicial de la actual pandemia.
HOY, para empezar, esperamos que las bolsas europeas abran al alza, intentando recuperar algo de lo cedido AYER y siguiendo de esta forma a los futuros de los principales índices bursátiles estadounidenses, que vienen claramente al alza. En este sentido, señalar que cualquier noticia sobre el desarrollo de un tratamiento efectivo contra el virus y/o de una vacuna -la compañía biofarmacéutica Moderna ya ha comenzado a probar su vacuna en personas- puede provocar una fuerte reacción puntual al alza de las bolsas en cualquier momento.