Los aranceles pueden apoyar a una industria determinada, pero rara vez a toda una economía. Solo hay que preguntar a las empresas estadounidenses sobre las probables consecuencias de los impuestos sobre el acero y el aluminio de Trump.
Los aranceles comerciales y otras medidas proteccionistas vuelven a estar de moda. Esto se debe principalmente a la actual administración estadounidense, que está contemplando una serie de nuevas barreras a las importaciones. Ya hemos visto a los Estados Unidos aplicar aranceles a las importaciones de acero y aluminio. Las empresas siderúrgicas estadounidenses se están beneficiando, y sus cotizaciones han reaccionado en consecuencia, como demuestra nuestro "Gráfico de la semana".
Sin embargo, incluso para este sector aparentemente favorecido, los mercados no muestran entusiasmo a largo plazo. Desde las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, se ha desempeñado en línea con el sector siderúrgico mundial y con el mercado de valores norteamericano en general, representado por el Russell 1000 Index.
La evaluación es aún menos favorable para la economía en general. Más del 70% de los participantes en una pequeña encuesta conducida por el Banco de la Reserva Federal de Chicago espera que los aranceles tengan un impacto ligeramente o muy negativo en la economía de los Estados Unidos. Solo el 13% considera positivos los impuestos.
Corporate America tiene razón en preocuparse, como explicamos más detalladamente en nuestro último CIO View Special. Para más información, consulta el informe "Free trade under attack" (Libre comercio bajo ataque).
*El Russell 1000 Steel Index abarca las 3 empresas siderúrgicas que cotizan en el Russell 1000 Index.