Muchos argentinos están optando hoy por el ”mal menor” y dejan sus pequeños ahorros en plazos fijos a tasas reales negativas. En lo que va del año 2013 crecieron un 50% a pesar de su rentabilidad muy inferior a la tasa de inflación anual estimada por las consultoras privadas, que ronda en un 25%. El intento por mantener el poder de compra desvela hoy en día a los ahorristas argentinos, que sin embargo, siguen eligiendo la opción más segura. La idea es no quedarse con excedente de pesos en los bolsillos y al no haber demasiadas opciones, todos los caminos conducen a lo mismo. La mayoría de los depósitos son por períodos cortos, de entre 30 y 90 días. Es por esto, que los Bancos están comenzando a ofrecer tasas más altas a los inversores que se animen a entrar en un plazo fijo de un año.
De todas formas, están surgiendo nuevas herramientas de inversión para el áhorrista común, como son los fondes comunes de inversión, los fideicomisos o recientemente los bonos de YPF, que están siendo ofrecidos por todos los Bancos en las últimas semanas. La compra de bienes materiales como autos o electodomésticos es otra forma de ganarle a la inflación. También se estuvo hablando de que almacenar alimentos rendía más que un plazo fijo.
Sería bueno que los argentinos empecemos a abrir el horizonte de inversiones y seamos un poco menos aversos al riesgo para apostar a mejores rendimientos del capital y a la diversificación de los fondos, intentando al menos no perder capacidad de compra.