Hoy me ha preguntado el primo de mi vecino (no va con segunda intención…), si realmente nos hacíamos algún bien a nosotros mismos autoengañándonos, o debiéramos ser realistas y fijarnos solamente en la “frialdad” de nuestros números.
A menudo, en la vida y en el trading, cometemos el error de mentirnos a nosotros mismos, de dejar que nos mientan o de alterar las estadísticas y las probabilidades para negar o enmascarar la realidad de nuestros resultados, de nuestra operativa o de nuestra cuenta.
Muchas veces nos cuesta decir y asumir la verdad: reconocer por ejemplo nuestros fallos y nuestros malos hábitos operando en los mercados, y así:movemos el stop una y otra vez, metemos las órdenes antes de tiempo o no compramos o vendemos porque nos invade el miedo, nos saltamos nuestro plan de trading (o peor aún, incluso no tenemos ninguno trazado e “improvisamos” cada día frente a los gráficos), sobreoperamos o nos apalancamos en exceso, nos dejamos llevar por la subjetividad o por los “yocreíaqué” o por los "yopensabaqué" en lugar de por actuar en función de lo que realmente esté ocurriendo y haciendo el precio…
- Puede suceder que nos pongamos a hacer trading sin entender que es un negocio y una actividad muy seria (en la que hay dinero de por medio, y que puede proporcionarte grandes satisfacciones y rentabilidades, pero también darte serios disgustos si no tienes la habilidad, la cabeza y la capacidad suficiente) y que precisamente por todo lo que puede proporcionarte, es necesario aprender, formarse y hacer muchas operaciones.
- O somos indisciplinados y no seguimos los pasos que hay que dar, o nos saltamos las normas, y nos autoengañamos diciendo que no volverá a pasar, que ha sido cuestión de mala suerte, que si estabas por ejemplo corto en un determinado mercado con muchos más contratos de los que te podías permitir, mientras veías cómo el precio no hacía más que subir y subir y si pese a ello no cerraste la operación ni te pusiste a favor de la tendencia, fué porque tuviste un mal día, pero que ya no volverás a hacerlo.
- O no analizas tu error, ni lo reconoces como primer paso para hacer las cosas bien, ni te obligas a aprender y a ser disciplinado haciendo trading, ni tu orgullo te deja reconocer que igual tienes que pararte y detenerte a ver dónde está el fallo: Te Mientes.
- O puedes ir ganando 2 sesiones o 20 días seguidos, y puedes creerte el rey del mundo, y si no tienes los conocimientos suficientes y la gestión mental suficiente, en una sola sesión, puedes perderlo todo…pero te niegas a ver la cifra que has perdido operando por impulsividad, falta de experiencia, formación y práctica, miedo, avaricia, impaciencia, orgullo…y hasta ocultas esas pérdidas a familiares o a conocidos, mintiéndote de nuevo y sin pararte a “afilar tu hacha”, ya que una parte de tí cree que en las siguientes operaciones, doblarás o triplicarás el número de contratos y la carga de tu operativa y recuperarás todo lo perdido y no se “enterará” nadie…
Por no reconocer que tienes que cambiar, te mientes de nuevo. Y esas mentiras pueden costarte muy muy caras: no te dejarán operar con calma ni tranquilidad y te pueden acabar minando y dañando tu moral, tu cuenta…y hasta tu salud.
Puedes acabar convirtiéndote en un apostador en lugar de un especulador o de un trader disciplinado, y acabar convirtiendo un posible sueño bonito en una auténtica pesadilla… Los números no mienten, las estadísticas (casi) nunca tampoco lo hacen.
El margen inferior derecho de la cuenta de tu broker, donde aparecen tus resultados, tus pérdidas y ganancias, tampoco.
Por mucho que quieras disfrazar la verdad, tus resultados son los que se reflejan tras los números y los que te hacen dormir más o menos tranquilo: a tu cabeza y a tu moral no la puedes engañar.
Puedes tener operando y haciendo trading, días buenos, días malos y regulares. Pero al final, lo que importa es la suma global del conjunto de todas las sesiones que operas y sales a luchar contra los gráficos, y si un mes tras otro te acaban derrotando , deberás ser sincero y asumir qué algo falla, y ser humilde, para tratar de buscar por qué razón es, para aprender, para aprenderte y para empezar a cambiar, a mejorar y a avanzar.
No voy a hablar aquí sobre los que no solamente se mienten a sí mismos, sino que mienten a los demás: tanto falseando los resultados que obtienen operando, como formando y enseñando supuestamente trading, cuando ni han sido capaz ellos no ya sólo ni de ser consistentes ni una sola semana, sino que tampoco operan en real ni se enfrentan a la realidad del mercado día a día…
Allá cada cual con su conciencia (yo la mía la tengo tranquila, y procuro transmitir y enseñar todo lo que he aprendido en las miles de horas que llevo operando, tanto mis aciertos, como mis errores, sin trampa ni cartón, y pueden dar fé de ello muchas de las personas a las que he tenido la suerte de ayudar y formar en su camino en el trading y para convertirse en traders).
Si te engañan una vez, la culpa es del otro, pero si te dejas engañar varias veces, o si te engañas tú mismo…la culpa es tuya.Siempre les digo a mis alumnos y compañeros que cuando analicen sus operaciones y hagan su diario de trading reflejen la realidad y la verdad de lo que ha hecho el mercado, y sobre todo, de cómo se han comportado ellos frente a éso que ha hecho dicho mercado.
Reconocer tanto los aciertos (para afianzarlos), como los errores (como primer paso para reconocerlos y empezar a buscar soluciones).
Fuera mentiras y fuera excusas... Igual que dicen que la verdad te hará libre, la verdad en tu trading también te puede acabar dando esa libertad que tanto ansías, tanto la personal, como la financiera, como la posibilidad de ser realista y cambiar tu modo de operar, comprometiéndote a ello.
No te engañes con tus resultados ni con el trabajo que estás realizando para tratar de ser mejor trader: si sabes que tienes que esforzarte más, que ser más paciente, que perder un tiempo en hacer tu plan de trading, en llevar tu diario de trading, si sabes que el camino es largo y aún te queda mucho por aprender… ¡hazlo!
Si sabes que mover los stops o sobreapalancarte, no hacer tus “deberes”, cambiar de mercado o de sistema continuamente, no te está llevando hacia el camino que te propusiste, no te conformes con decir “No lo volveré a hacer”…
Cambia tu estadística con tus acciones, con tus ocupaciones y tus nuevas verdades, en lugar de con tus preocupaciones y tus antiguas mentiras y "autoengaños".