Si bien es cierto que los mercados de la vivienda estuvieron experimentando vaivenes en todo el mundo poco antes de la recesión global, el sector de la vivienda en el Reino Unido aguantó relativamente bien.
A pesar de que los precios cayeron de golpe cerca de un 20%, la caída se ha recuperado a nivel nacional y, en Londres, han alcanzado niveles máximos este año, con una subida de más del 30% desde el pico anterior a la recesión de 2007.
En términos generales, la economía británica ha rebotado con mucha más fuerza desde la recesión global que otras economías importantes, particularmente de la Europa continental, donde la zona euro sigue luchando por lograr crecimiento.
En comparación, los resultados económicos en el Reino Unido se sitúan un 3,4% por encima del pico de 2007, gracias al precio de la vivienda. Pero puede que la fiesta esté a punto de terminar para los propietarios de viviendas en el Reino Unido.
No solo los índices de precios de la vivienda están demostrando mucha más debilidad que en los dos últimos años (incluyendo nada menos que Londres), sino que también existen otras razones para temer una debacle inminente en el mercado de la vivienda del Reino Unido.
El Banco de Inglaterra (BoE) está cada vez más cerca de su primera subida de tipos desde 2007, lo que supondrá una presión alcista sobre los tipos hipotecarios y afectará a su vez a la economía de los hogares, ya de por sí mermada por la debilidad salarial.
Además, el rápido rebote de los precios de la vivienda podría conllevar una oleada de ventas por parte de propietarios corrientes aún con dificultades para llegar a final de mes, particularmente en los barrios más caros de Londres, donde ha caído el poder adquisitivo con la subida de precios, y con una deuda pública y privada aún elevada que supone un escaso margen de maniobra si los precios empiezan a caer.
Por tanto, nuestra peor predicción es que el Reino Unido experimenta un desplome de los precios de la vivienda, con una caída de nada menos que el 25% en 2015.