Los pedidos de bienes duraderos registraron cifras muy por encima del pronóstico promedio, lo que sugiere una recuperación sólida en junio tras dos meses de contracción. La medida general aumentó un 6,5 % intermensual frente al 3,9 % esperado y una cifra ascendente corregida de -0,1 % en mayo. La sorpresa positiva fue esencialmente debido a un fuerte rebote en los nuevos pedidos de aviones, gracias al Show Aéreo de Paris (23-25 de junio).Excluyendo los componentes de transporte volátiles, los pedidos de bienes duraderos núcleo estuvieron por debajo de las estimaciones, registrando un 0,2 % intermensual frente al 0,4 % esperado y el 0,6 % de la lectura anterior. En general, el informe sugiere que la actividad manufacturera continúa expandiéndose a un ritmo moderado, mientras que la anémica demanda de bienes de consumo, tales como vehículos y productos electrónicos, indica que el consumo de los hogares aún no está listo para despegar, un hecho de mal agüero para la inflación.
Hablando de la inflación, el índice núcleo de gastos personales para el segundo trimestre se publicará en la jornada de hoy. Se espera que el medidor haya aumentado un 0,7 % (SAAR), por debajo de un aumento del 2 % en el primer trimestre.
A pesar de que la desaceleración de las presiones inflacionarias ya se ha documentado durante los últimos meses, los mercados financieros no son inmunes a fuertes ajustes si el indicador sorprende en una u otra dirección.
Se prevé que el PIB del 2T de EE. UU. se haya acelerado hasta el 2,7 % (intertrimestral anualizado) en comparación con una lectura de 1,4 % del trimestre anterior, debido principalmente a mayores expectativas para el consumo personal - 2,8 % de consenso (SAAR) y un 1,1 % en el 1T.
El viernes, el EUR/USD se estabilizó en torno a 1.17 después de registrar un máximo de varios años en 1.1777 el jueves. La debilidad general del dólar de los últimos meses se ha reforzado por la afirmación moderada de la Reserva Federal publicada el miércoles.
Los inversores tendrán que esperar a septiembre para obtener una mayor claridad sobre las ideas del BCE y de la Fed, lo que significa que el mercado estará más sensible de lo habitual a los datos económicos, especialmente las cifras de inflación.