Los mercados financieros de todo el mundo esperan el anuncio posterior a la reunión de política monetaria que desde el martes sostiene la Reserva Federal.
Como pocas veces, el comunicado mantiene en vilo a los inversores, con el agregado de que además del mismo, tendremos, como ocurre solo cuatro veces al año, la proyección económica del organismo, y una conferencia de prensa a cargo de la presidente Janet Yellen.
Con la seguridad de que la Fed tiene previsto incrementar sus tipos de interés del record mínimo en que se encuentran, entre el 0 y 0,25%, la gran incógnita pasa ahora por saber cuando dará ese paso.
La fecha que Yellen estimó es, en principio, junio de 2015, alentada por los muy buenos datos de empleo que viene mostrando la economía norteamericana desde hace varios meses, con la sola excepción de agosto, que arrojó cifras menores a las esperadas. Pero con una tasa de desempleo cercana al 6%, Yellen y su gente debieron buscar nuevos motivos para dejar la tasa de interés en los valores actuales, toda vez que, desde hace años, la propia Fed había expresado que la incrementaría cuando dicha tasa quedara por debajo del 6,5%.
Claro que también cuenta la inflación, y si bien no representa un riesgo latente, y se ve bien por debajo del temido 2,5% que dispararía de inmediato un alza de tipos de interés, la enorme liquidez que ha inyectado el organismo al circuito económico a través de sus distintos planes de estímulo en algún momento generarán un rebrote inflacionario.
Precisamente, en la fecha estos planes pueden quedar reducidos prácticamente al mínimo, para quedar sin efecto hacia fin de año, con los reuniones de política monetaria por delante.
Cuales serán las consecuencias de los anuncios de la fecha? Si Yellen no define la fecha de alza de tipos, algo bastante lógico puesto que una fecha concreta derivaría en una reacción desmesurada de los mercados, pero tampoco da la seguridad de que pasado mediados de 2015 no tome decisión alguna, el dólar se verá afectado a la baja de inmediato.
En otras palabras, si no hay una certeza, el dólar caerá en las horas posteriores a los anuncios, algo que técnicamente se perfila ante monedas como el euro, la libra Esterlina, el franco suizo y el yen, ante las cuales se halla muy sobre comprado.
Si Yellen diera algún tipo de definición, poco probable viniendo de una funcionaria de su calibre, la reacción será favorable al dólar. Pero en ese caso, las ventas vendrán del lado de las acciones: los índices bursátiles más representativos estiran al máximo sus alzas, para caer violentamente apenas exista una certeza de alza de tasa de interés.
El día, pues, no se presenta apropiado para tomar decisiones de riesgo, salvo que su perfil de inversor así lo marque. Sí, en cambio, parece adecuado tomar posiciones pasados los anuncios, y con riesgo muy limitado, dado que el jueves se verán las consecuencias más claras de los comunicados de esta tarde.
Mientras los anuncios llegan, lo sucedido al momento no es cosa menor: la libra cubrió el gap que dejó en el cierre del 5 de septiembre en 1,6330, luego de una baja, inesperada, de la tasa de desempleo en Reino Unido, y después de conocidas las actas de la reunión de política monetaria del Banco de Inglaterra, con votación unánime.
La libra se presenta con tendencia alcista de corto plazo, con resistencias en 1,6330, 1,6370 y 1,6405, y soportes en 1,6275 y 1,6240.
El euro, en cambio, no ha sufrido cambios importantes, aunque suma mínimos ascendentes en estas horas, formando una tendencia ligeramente alcista, con resistencias en 1,30 y 1,3030 para el resto del día, y soportes en 1,2930, 1,2885 y 1,2860, mínimo del pasado 9 de septiembre y de un año hacia atrás.
El yen, a la espera de noticias, se mantiene sin cambios, pero con tendencia bajista ante el dólar, sin quebrar sin embargo la resistencia de 107,30, Si logra ganar posiciones debajo de 106,90, dicho máximo podría formar un doble techo que favorezca al yen en la sesión americana.
Para tener en cuenta: a las 8:30, el índice de precios al consumidor en Estados Unidos, que habitualmente tiene un fuerte impacto en los precios, y que en la fecha tendrá una incidencia algo menor.