Una jornada importante viven los mercados financieros en todas las latitudes, tras un miércoles muy movido, en el cual el dólar perdió fuerza en todos los frentes.
Después de llegar a 1,3330 en su mínimo de 9 meses, el euro se recuperó ligeramente ante la moneda norteamericana, tomando en cuanto un movimiento que no solo afectó a la moneda única, sino también al resto de las divisas líderes, con acento en el yen.
Si bien no hubo informes que ameriten dichos movimientos, estos fueron atribuidos a una baja liquidez en los mercados, que tienen la preocupación por el avance del conflicto bélico en Ucrania, lo cual está quitando volumen de negocios. En este contexto, el dólar se vio afectado, perdiendo, como queda dicho, posiciones ante sus rivales directos.
La sesión del jueves ofrece, desde las 8:30 del este, un cúmulo de anuncios y datos, que generarán buenos movimientos en los pares principales.
Ya conocida la cifra, sin cambios, como era previsible, de la tasa de interés de referencia del Banco Central Europeo, que quedó en el 0,15%, la expectativa pasa ahora por la conferencia de prensa que dará su presidente, Mario Draghi, en la cual seguramente expondrá nuevas medidas para tratar de combatir una probable deflación sobre la Eurozona, algo ya reclamado por varios líderes políticos de la región.
Sin mucho margen de maniobra en cuanto a tipos de interés, más que con sus habituales advertencias de que los mismos quedarán bajos por un tiempo prolongado, parafraseando a la Fed, y sin la posibilidad de inyectar fondos al estilo de la propia Fed, el BoE, o el Banco de Japón, Draghi podría impulsar nuevos préstamos a los bancos, aunque sabe que tiene allí un arma de doble filo: las instituciones financieras poco le han destinado a los créditos, y mucho a colocar el dinero de los préstamos en el propio BCE, con lo cual ganaron mucho dinero en simples pases de dinero; pero el BCE no es una institución que se caracterice por ser muy dinámica, precisamente.
De modo que habrá que seguir atentamente los dichos de Draghi, y con un ojo seguir al euro, siempre volátil en estas circunstancias.
En los minutos previos a estos datos y anuncios, el euro cotiza a 1,3378 contra el dólar, con un gráfico de 4 horas en dirección ligeramente alcista; una ganancia adicional del euro podría producirse al quiebre de 1,3410, con siguientes resistencias en 1,3435 y 1,3460. Los soportes a considerar son 1,3350, 1,3330 y 1,3305.
En otro contexto, el Banco de Inglaterra también dejó sin cambios los tipos de interés, en el mínimo del 0,5%, tal como lo instituyó en marzo de 2009. En los últimos tiempos crecieron los rumores sobre prontos incrementos de la tasa de referencia, sobre todo en los meses pasados, durante los cuales los fundamentales de Reino Unido hablaban de una superación total de la crisis, son sólidos reportes de industria, empleo y servicios. Pero durante el mes de julio aparecieron algunas dudas, y la libra se desplómó desde sus máximos de octubre de 2008.
La moneda británica luce ahora una tendencia bajista incipiente, que puede profundizar si cae de 1,67. Para el resto del día, sin embargo, y pese a que la tendencia en el gráfico de 4 horas aún mantiene un sesgo bajista, la libra podría ganar algunas posiciones, buscando la zona de 1,6890, superada la cual 1,6930 y 1,6955 serán las resistencias a seguir. Los soportes, 1,6825, 1,6805 y 1,6770.
El yen, por su parte, vuelve a caer en todos los frentes, situación que puede profundizarse en las horas que siguen; en su cruce con el dólar, la superación de 102,45 llevará al precio rápidamente a 102,70, y más arriba a 102,90. Los soportes que siguen son 102,10, 101,90 y 101,75.
Para destacar: la baja del dólar australiano, tras un mal dato de empleos local, con una pérdida de puestos de trabajo importante en julio, y un fuete incremento de la tasa de desempleo.
Completando la agenda de noticias, a las 8:30 se conocerán las peticiones semanales de desempleo, en Estados Unidos, y en Canadá los permisos de construcción, cifra de fuerte impacto sobre el dólar local, que el miércoles tomó algo de aire en plena baja del dólar.