Ha sido una semana tranquila hasta el momento, dado que la volatilidad en el mercado de divisas sigue siendo desesperadamente baja, a pesar de la persistente incertidumbre política. En los últimos días, el dólar ha estado particularmente resistente, especialmente después del revés para la reforma sanitaria de Trump. La moneda única borró por completo las ganancias de la semana pasada, cayendo con fuerza por debajo del umbral de 1.07 en medio de la creciente presión política en Europa, sobre todo debido al Brexit y las próximas elecciones francesas. Sin embargo, tenemos la sensación de que las operaciones generadas por la política de Trump están llegando a su fin y el mercado ahora necesita un nuevo motor. Las ganancias de capital han comenzado a estancarse recientemente, mientras que el billete verde ha sido incapaz de llegar a un terreno más alto. Creemos que el mercado poco a poco empezará a centrarse de nuevo en la política monetaria y los datos económicos.
Los datos sobre los precios en Estados Unidos se publicarán esta tarde. Se espera que el PCE (Gastos de Consumo Personal) se haya mantenido estable en el 1,7 % interanual en febrero, mientras que se espera que la cifra principal, que incluye los componentes más volátiles, haya aumentado del 1,9 % al 2,1 %. También se prevé que los ingresos y gastos se hayan estabilizado en el 0,4 % intermensual y el 0,2 % intermensual respectivamente. La próxima semana será de gran actividad en los EE. UU. dado que se publicará un nuevo lote de datos clave, en particular el informe laboral de marzo, las actas del FOMC, los pedidos de bienes duraderos y de fábrica y el índice ISM. El mercado sigue posicionado para dos alzas de tasas de la Fed este año, lo que sugiere que el riesgo es en su mayoría a la baja a medida que nos acercamos a la publicación de las actas del FOMC.