Tras haber subido de forma continua durante los últimos diez días a la espera de la reunión de la Reserva Federal (Fed) de esta semana, la rentabilidad de los bonos estadounidenses se toman un respiro. El rendimiento a 2 años sensible a la política monetaria subió más de 12 puntos básicos desde el 8 de septiembre y se estabilizó ligeramente por debajo de 1,40% el martes por la mañana. Del mismo modo, los rendimientos a 5 y 10 años consolidaron las ganancias tras un repunte de 0,21 puntos básicos y 0,22 puntos básicos, respectivamente.
La recuperación de los rendimientos fue de poca ayuda para el dólar, ya que es parte de un movimiento más amplio dado que los tipos de todo el mundo también se incrementaron en previsión de políticas monetarias más restrictivas por parte de la mayoría de los bancos centrales. A pesar de que la Reserva Federal debería mantener los tipos de los fondos federales sin cambios mañana, los participantes del mercado están buscando una fecha de inicio de la segunda reducción del balance.
Es difícil decir cuando la Fed comenzará a descargar su masiva participación, lo más probable es que sea en octubre o diciembre de este año, pero va a actuar de forma gradual y con extrema precaución a fin de evitar una venta masiva de bonos y por lo tanto un incontrolado aumento en los rendimientos, algo que podría ser muy perjudicial para la economía de Estados Unidos.
El USD ha estado operando en términos generales a la baja en la jornada de hoy, cayendo más de 0,20% frente a la moneda única y alrededor de 0,30% frente al dólar australiano y el kiwi. Los inversores muy probablemente eviten tomar demasiado riesgo, ya que el riesgo debido a la decepción no se debe subestimar. Sin embargo, dado el hecho de que el mercado está posicionado mayormente en corto en el USD, creemos que el riesgo debería mostrar un sesgo alcista.