Con el retorno de Gracia a la primera plana de los problemas en la Eurozona, resurgen temas pasados que se suman a nuevos temores.
El año que comienza no estará libre de riesgos para la Eurozona; de todas formas, la existencia de la misma sigue dependiendo de factores que tienen que ver más con la política que con la economía.
Grecia
El país podría cambiar de partido gobernante a principios de año pasando a gobernar uno que no tiene la mejor predisposición hacia los organismo europeos. Con la situación en Grecia aún delicada, una cambio radical de gobierno podría llevar al país a problemas producto de expectativas negativas. Habrá que esperar a ver que ocurre y si gana el partido que busca cambiar las relaciones actuales, habrá que ver como se comportan.
Una posición más radical en Grecia, que puede llevar incluso a salir de la Eurozona, podría llegar a pesar sobre el euro y a generar presiones sobre los títulos de otros países de la región.
Rusia
La crisis cambiaria que se profundizó en diciembre en Rusia aún no ha mostrado todas las consecuencias posibles. En caso de que éstas sean importantes, la Eurozona podría verse en problemas producto de la cercanía y de posibles contagios.
BCE
Con el Banco Central Europeo cambiando hacia la implementación de un programa de compra de títulos, esto podría generar enfrentamientos internos que pongan en duda la credibilidad de la institución, generando más problemas.
Con los nuevos cambios a implementarse a partir del 2015 el desafío de liderazgo de Draghi será más grande, aún que cuando le tocó reemplazar a Jean-Claude Trichet.
Gran Bretaña y la Unión Europea
La posible salida del Reino Unido de la Unión Europea será un tema en el 2015, ya que si el actual partido gobernante gana las elecciones por un buen margen, propuso la realización de un referéndum pero recién en el 2017. Se hablará del tema pero no es de esperar que tenga un impacto sobre la libra o el euro.
Economía: estancamiento y deflación
El comienzo del 2015 muestra a la región estancada y con deflación; pero con la mayoría de los países sin problemas financieros por el momento.
El gran desafío económico es volver a crecer y reducir la tasa de desempleo. Muchos políticos ponen la vista en el BCE, pero lo que pueda hacer el banco central es poco y parece ser simplemente un desplazamiento de culpas. Los líderes tendrán que ver como hacen para impulsar a sus respectivas economías o si siguen culpando a otros del problema.
El principal riesgo de la Eurozona es la actividad económica. Una economía en crecimiento permite tapar o afrontar los problemas de una manera completamente distinta. Por el contrario, un estancamiento o una contracción traerá los problemas a la superficie y creará nuevos.