El año 2024 estuvo marcado por hitos significativos. Bitcoin (BTC) superó los 100.000 dólares, dejando atrás la percepción de "veneno para ratas al cuadrado". Tras un ciclo acelerado de subidas de tipos para frenar la inflación, la Reserva Federal comenzó a recortar los tipos de interés en septiembre, reduciéndolos del 5,33% en enero al 4,33% en diciembre.
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El índice S&P 500 rompió múltiples máximos históricos a lo largo del año, logrando una rentabilidad del 23,42% en lo que va de 2024, lo que representa más del doble de la tasa de crecimiento anual compuesto del 10,68% registrada en los últimos 32 años.
El 20 de enero, el presidente electo Donald Trump asumirá oficialmente el cargo en su segundo mandato, aunque con un inicio tardío. Desde recortes de impuestos y aranceles hasta desregulación y deportaciones masivas, se espera mucho del histórico regreso de Trump.
No obstante, ¿qué factores se prevé que ejerzan el mayor impacto en el sentimiento de los inversores en 2025?
1. El efecto global del equilibrio de la inflación estadounidense
El miércoles, los gobernadores de la Reserva Federal votaron a favor de un nuevo recorte de tipos de 25 puntos básicos (0,25%). Normalmente, este tipo de medida refuerza el mercado, pero en esta ocasión produjo el efecto contrario. Como resultado, el S&P 500 (SPX) cayó un 3% durante la semana, marcando la mayor caída desde el anuncio de la Reserva Federal en 2001.
El problema radica en que la inflación se ha mantenido rígida, y no se espera que se alcance el objetivo del 2% de la Reserva Federal hasta 2027. En otras palabras, las expectativas de recortes de tipos para 2025 se han reducido a la mitad, pasando de cuatro a solo dos. Además, podrían surgir fricciones entre la administración entrante de Trump y el presidente de la Fed, Jerome Powell.
Aunque Trump nombró a Powell durante su primer mandato, más tarde expresó cierto arrepentimiento, comentando en septiembre de 2019: "¿Dónde encontré a este tipo, Jerome? Oh bueno, ¡no se puede ganar a todos!".
Si la política arancelaria de Trump termina incrementando la inflación, como sugieren algunos estudios, la política de flexibilización del banco central estadounidense será menos probable. En consecuencia, una postura más agresiva de la institución provocaría un endurecimiento de las condiciones financieras a nivel global. Este efecto ya se ha evidenciado cuando la rupia india y el real brasileño alcanzaron mínimos históricos frente al dólar este mes.
Esto ocurre porque los mercados emergentes tienen grandes deudas denominadas en dólares. Con tipos de interés más altos durante un período prolongado, un dólar más fuerte eleva el costo de servicio de esas deudas, lo que, a su vez, ejerce presión sobre sus economías.
En última instancia, es probable que una menor flexibilización monetaria impulse un mayor crecimiento económico en Estados Unidos, pero frene el crecimiento global.
2. El cambio de los semiconductores al SaaS
En los últimos dos años, hemos sido testigos de un gasto masivo para construir la infraestructura de los centros de datos de inteligencia artificial (IA). En mayo, Gartner (NYSE:IT) proyectó ingresos por 33.400 millones de dólares en chips de IA procedentes de la electrónica computacional, lo que representaría el 47% de los ingresos totales por semiconductores de IA.
Para 2024, la previsión de ingresos por semiconductores de IA es de 71.250 millones de dólares, situándose entre los 53.660 millones de 2023 y los 91.950 millones de 2025. Esta proyección favorece a los accionistas que invirtieron en Nvidia (NASDAQ:NVDA), Taiwan Semiconductor Manufacturing (NYSE:TSM), Broadcom (NASDAQ:AVGO), Credo Technology Group Holding Ltd (NASDAQ:CRDO) y otros valores del sector de semiconductores.
No obstante, aunque los ingresos por semiconductores deberían seguir experimentando un crecimiento considerable, podrían enfrentarse a mayores obstáculos en 2025 si Trump implementa aranceles para contrarrestar los recortes fiscales. Las empresas de semiconductores dependen de complejas cadenas de suministro globales de materias primas, por lo que los aranceles podrían desencadenar una guerra comercial, generando posibles medidas de represalia.
A su vez, el aumento del costo de los bienes vendidos (en inglés, COGS) podría disminuir la demanda de semiconductores, ya que los clientes podrían retrasar sus compras. A principios de diciembre, China adoptó una medida de este tipo al imponer estrictas restricciones a las exportaciones de metales críticos raros, como el galio, el antimonio y el germanio, a Estados Unidos. Esta represalia era, en cierto modo, esperada tras la imposición por parte de la administración Biden de nuevos controles sobre la exportación de semiconductores avanzados hacia China.
Más recientemente, el Departamento de Comercio de EE.UU. solicitó a Nvidia investigar cómo sus chips siguen llegando a China, según una fuente con conocimiento del tema citada en un informe de The Information.
En consecuencia, los inversores deberían anticipar un mayor enfoque en las empresas de software, especialmente aquellas que siguen el modelo de software como servicio (SaaS). Algunas compañías, como Broadcom, ya han diversificado sus operaciones para abarcar ambos sectores.
3. El resurgir de la energía nuclear
A pesar de décadas impulsando la energía eólica y solar, ha quedado claro que estas fuentes no bastarán para satisfacer la creciente demanda en la era de los centros de datos de IA. Microsoft (NASDAQ:MSFT) y Alphabet (NASDAQ:GOOGL) ya han firmado acuerdos específicos para abastecer sus futuros despliegues de IA con reactores de energía nuclear.
China lleva la delantera en este ámbito, añadiendo 34 GW de capacidad nuclear en la última década y con 23 reactores aún en construcción. En contraste, Alemania optó por desmantelar su infraestructura nuclear, lo que contribuyó a una prolongada recesión, especialmente tras la interrupción de los suministros de gas ruso a través de Nord Stream.
En Estados Unidos, es poco probable que se repita un escenario similar. Durante una intervención en el podcast de Joe Rogan en octubre, Donald Trump afirmó que su "primer día" incluiría la aprobación de gasoductos, refinerías y reactores nucleares. Esta postura no sorprende, considerando que en su primer mandato promulgó la Ley de innovación y modernización de la energía nuclear (en inglés, NEIMA), facilitando el desarrollo de reactores avanzados.
En lugar de recurrir a generosos subsidios federales, la política pro-nuclear de Trump probablemente buscará reducir impuestos y simplificar los procesos regulatorios.
Anticipándose a la expansión nuclear, especialmente relevante para la infraestructura de IA, los ETFs VanEck Uranium y Nuclear (NYSE:NLR) han registrado un rendimiento del 17,55% en lo que va de año. Aunque las correcciones del mercado en diciembre afectaron ligeramente su rendimiento, estas caídas podrían ofrecer interesantes oportunidades para los inversores interesados en valores relacionados con el uranio y la energía nuclear.
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