Una agenda completa de datos importantes esperamos para la sesión americana del martes.
El informe más relevante del día es la medición final del PBI de Estados Unidos del tercer trimestre, que podría arrojar un crecimiento del mismo del 4,3%, lo cual impulsaría nuevamente al dólar en el corto plazo. A esta cifra, que se conocerá a las 8:30 del este, se suma, a la misma hora, las órdenes de bienes durables y, a las 10:00, las ventas de viviendas nuevas de noviembre.
El contexto general favorece ampliamente al dólar en la que podríamos considerar prácticamente la última jornada importante del año. La moneda norteamericana cotiza cerca de un nuevo máximo de dos años y medio ante el euro, de 15 meses ante la libra Esterlina y, aunque algo lejos de su valor más alto en siete años y medio, también crece frente al yen.
A la vez, el dólar australiano volvió a quebrar su propio mínimo de más de cuatro años, mientras las monedas vinculadas al petróleo se mantienen estasbles, pero presentando sesgo bajista en el corto plazo.
Este último movimiento alcista del dólar tiene una explicación en el clima eufórico que a la vez impera en los recintos bursátiles de Nueva York. Allí, los índices principales cierran el año prácticamente en máximos históricos, estirando un insólito rally simultáneo con el alza del dólar, cuando habitualmente van en direcciones contrarias.
Los datos macroeconómicos de los últimos meses provenientes de Estados Unidos, sobre todo los vinculados a la variable laboral y de PBI terminaron por lanzar al dólar, que multiplicó sus ganancias favorecido a su vez por una situación crítica que impera en Europa y en Japón.
El cierre del año encuentra, entonces, a un dólar en máximos de distinto tenor pero de similar fuerza ante las divisas principales. Los cierres de año con una moneda en máximos de este nivel parecen anticipar una continuación del camino en los meses siguientes. Sin embargo, hay que decirlo, la moneda norteamericana luce muy sobre comprada en todos los frentes, y creemos, como lo venimos sosteniendo en las últimas semanas, que se impone una corrección importante frente al euro y a la libra Esterlina sobre todo.
También se destaca la baja de la onza de Oro en las últimas horas. Si bien se trata de un mercado de menor volumen, su valor simbólico es muy seguido por los inversores. Rusia, fuerte tenedor de oro, podría estar echando mano a sus reservas para afrontar la crisis cambiaria que se desató la semana pasada, y que llevó al rublo a sus mínimos históricos, de los cuales se aleja en la sesión del martes.
Una medida de esta naturaleza impulsará aún más a la baja al oro, que en el gráfico de 4 horas presenta una muy marcada figura de hombro cabeza hombro, señal clara de cambio de la modesta tendencia alcista que había logrado formar días atrás. El objetivo de dicha figura tiene un objetivo en 1131 dólares, valor que podría buscar la onza incluso antes de finalizar el mes.
En las horas previas a la sesión americana, las divisas principales no presentan movimientos importantes, que tendrán lugar sin dudas a la hora de los datos antes mencionados.