El próximo jueves conoceremos el primer dato de inflación del año, el cual mostrará que los choques que afectaron a la inflación durante buena parte del año 2012 han seguido diluyéndose. Esto se debe a la mejora en la producción nacional de insumos como maíz, frijol y de manera más lenta huevo, la estabilidad y en algunos casos reducción de los precios de los granos en los mercados globales, y a la estabilidad del precio del petróleo. A estos factores se han sumado en los últimos meses una apreciación del peso e intensas caídas en los precios de la telefonía celular. Al interior del componente subyacente los precios de las mercancías han empezado a moderar su inflación debido a menores presiones tanto en los alimentos procesados como en las mercancías. Mientras que los precios de los servicios, aunque existe incertidumbre sobre si los precios de la telefonía celular continuarán cayendo en los próximos meses, no se espera que estas caídas se reviertan.
Además en enero es posible que continúen con un desempeño favorable al iniciar la temporada baja para el turismo nacional, lo que presiona a la baja los precios locales relacionados con esta industria. Pese a la muy importante mejora del balance de riesgos inflacionarios, consideramos que aún existen algunos riesgos que podrían presionar el indicador al alza, por ejemplo se espera que las tarifas fijadas por los gobiernos locales aceleren su inflación, pues las entidades subnacionales podrían recurrir a elevar estos precios para apuntalar sus finanzas públicas, como ha sucedido en algunos estados en donde se ha reducido o cancelado el subsidio al impuesto a la tenencia automotriz. Consideramos que el panorama para la inflación al inicio del 2013 es alentador debido a que en este momento no se avizoran choques de oferta, y a que la holgura en la economía evita que la demanda presione a los precios, a lo que se suma la posibilidad de nuevas caídas en los precios del sector telecomunicaciones.
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