El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dejó el lunes las puertas abiertas a otro recorte de tasas de interés, al decir que la entidad tomaría cualquier decisión sobre nuevas medidas en base a los datos económicos.
Draghi también instó a los países a no abandonar los esfuerzos por equilibrar sus presupuestos, aún cuando las medidas de ahorro puedan causar “tensiones sociales”, y dijo que los gobiernos deberían involucrarse en cualquier resolución bancaria en la que participen fondos públicos.
El BCE recortó su tasa política clave a un récord mínimo del 0,75 por ciento la semana pasada, para impulsar la economía de la zona euro, que está en plena recesión, en momentos en que incluso Alemania muestra signos de debilidad.
“Tenemos que mirar cuál es la situación, mirar los datos y los acontecimientos y luego tomaremos la decisión en el Consejo de Gobierno sobre qué medidas tomaremos próximamente”, respondió Draghi cuando se le preguntó en el Parlamento Europeo si el BCE podría continuar recortando las tasas.
Aún en un 0,75 por ciento, la principal tasa de interés del BCE es mayor que la de cualquiera de los otros cuatro bancos centrales líderes.
Peter Praet, miembro del comité ejecutivo del BCE, dijo en Lisboa que si bien las tasas de interés bajas crean problemas si permanecen por períodos de tiempo prolongados, no había un “tabú” sobre las tasas de interés, lo que implica que el banco no descartaba recortes adicionales sobre la tasa.
Praet expresó que la crisis actual era más profunda que la del 2008, cuando el colapso del banco Lehman Brothers llevó a los mercados crediticios a paralizarse a nivel global.
“La bancarrota de Lehman en el 2008 reveló la fragilidad del sistema financiero (…) Pero ahora la crisis es mucho más profunda, ya no se trata del modelo de distribución, es mucho más fundamental”, agregó Praet en conferencia el lunes.
El miembro del comité del BCE mencionó el caso de la cuarta economía de la zona euro, España, que ahora está en la línea de fuego porque los inversores temen que pueda necesitar un rescate, al argumentar que su política expansionista en el 2009 se basó en “suposiciones erróneas y proyecciones de ingresos ilusorias”.
Draghi dijo la semana pasada que la situación actual “definitivamente no era” tan mala como la de la etapa posterior al colapso de Lehman Brothers.
Girando hacia medidas que buscan aliviar a los bancos en problemas, Draghi dijo que los gobiernos nacionales tendrían que involucrarse si esos inconvenientes tienen impacto sobre el presupuesto.
El funcionario también señaló que el fondo de rescate europeo ESM no estaría listo para recapitalizar bancos solventes pero sin liquidez para fin de año, aunque aseguró que el proceso estaba avanzando lo más rápido posible.
Los líderes de la Unión Europea (UE) reunidos el mes pasado decidieron que se pondrían a disposición hasta 100.000 millones de euros (125.000 millones de dólares) para financiar bancos españoles.
Draghi dijo que los países de la zona euro con crisis de deuda deberían cumplir con los programas que acordaron con la UE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el BCE, incluso cuando las medidas de ahorro generen “tensiones sociales”.
A comienzos de la crisis de deuda soberana, los países habían buscado equilibrar sus presupuestos aumentando impuestos en lugar de reduciendo el gasto, lo que fue un error, mencionó Draghi.
El titular del BCE repitió que ve que la economía de la zona euro comenzará a recuperarse a fin de este año y que la inflación estará dentro de la meta del banco apenas por debajo del 2 por ciento el próximo año. Además agregó que las personas no deberían ser demasiado pesimistas.
Praet señaló, por su parte, que los acuerdos logrados en la cumbre europea del mes pasado son “un paso importante”, pero añadió que hay “aún una serie de perspectivas diferentes” sobre la velocidad de su implementación.