Tal y como se esperaba, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos no están dispuestos a ceder un barril de petróleo más de lo estrictamente necesario para cubrir las necesidades del mercado, con el fin de que los precios del crudo no se vean sometidos a más presión de la debida. Sin embargo, lo que podría ayudar al mercado más que la determinación de ambos países en la reunión de la OPEP del domingo en Jeddah es la siguiente medida prevista por su enemigo Irán.
Desde las acusaciones de sabotaje contra Irán por daños a la infraestructura petrolera saudí, a la creencia generalizada de que de alguna manera será capaz de zafarse de las sanciones de Estados Unidos para seguir contribuyendo a la oferta mundial de petróleo, al mercado le va a venir bien saber cómo planea la República Islámica responder a los diferentes obstáculos a los que se enfrenta.
De particular interés será conocer qué otra revancha —si es que lleva a cabo alguna— puede tomar contra Riyadh y Abu Dhabi por su complicidad con Washington al intentar asfixiar el mercado de Teherán.
En general, la geopolítica está de vuelta como nunca antes en el ámbito del petróleo pues el enfrentamiento entre Arabia Saudí e Irán plantea el espectro de una nueva Guerra del Golfo, lo que está impulsando los precios del crudo. Sin embargo, hay un problema para los alcistas del petróleo: la guerra comercial de Estados Unidos y China está estallando al mismo tiempo, y sus consecuencias para la economía mundial podrían compensar gran parte del impacto positivo de los precios provocado por el riesgo geopolítico que se está fraguando en Oriente Próximo.
Para que conste, los iraníes niegan la autoría intelectual de los ataques con drones de la semana pasada contra dos estaciones de bombeo de petróleo saudís por parte de los rebeldes hutís, que son conocidos por su apoyo a Teherán. A principios de la semana, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos informaban de que sus petroleros estacionados en el Golfo habían sido alcanzados por proyectiles, dando a entender que los iraníes habían tenido algo que ver también.
Sin embargo, Reuters ha citado una evaluación de una asociación de seguros noruega que llegó a la conclusión de que era "altamente probable" que los ataques a los petroleros de la semana pasada fueran perpetrados por los cuerpos de élite de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Un buque de superficie que operaba cerca de los petroleros envió submarinos drones cargados con 30-50 kilos de explosivos de alta calidad para detonarse con el impacto, según ha afirmado en un informe de la Asociación de Seguros contra los Riesgos de Guerra de los Armadores Noruegos.
El petróleo se dispara a pesar de no haber sorpresas en Jeddah
Todos los gráficos son cortesía de TradingView
A la apertura de los mercados este lunes en Asia, los traders del petróleo han aceptado la postura de la OPEP de este fin de semana de ampliar las reducciones de la producción. Los futuros de Brent de Londres, de referencia mundial para el petróleo, suben casi un 2% al comienzo de la jornada de negociación en Asia, situándose por encima de 73,20 dólares por barril. Los futuros del West Texas Intermediate, petróleo de referencia en Estados Unidos, suben más de un 1% hasta 63,75 dólares.
Sin embargo, no hay manera de saber si el mercado cerrará la jornada hoy al alza, cuando llegue el final de la sesión de Nueva York, o cómo irá el precio el resto de la semana.
Esto es porque la reunión de la OPEP celebrada en Jeddah este domingo apenas le ha traído ninguna sorpresa al mercado.
El ministro de energía saudí, Khalid al-Falih, dijo que había consenso entre el cártel y sus aliados para seguir reduciendo el suministro de crudo "gradualmente" y que su país seguiría respondiendo a las necesidades de un mercado "frágil". Traducción: no añadiremos un barril más de lo necesario; de hecho, queremos reducir alguno más para eliminar la actual acumulación que se produjo mientras no mirábamos, no gracias al petróleo de esquisto de Estados Unidos.
Alexander Novak, ministro de energía de Rusia, principal aliado de los saudís en la alianza conocida como el grupo OPEP+, sugirió que era "demasiado pronto" para hablar de poner fin a las reducciones de producción que llevan ya en vigor seis meses. El ministro de energía de Emiratos Árabes Unidos, Suhail al-Mazrouei, intervino para decir que “los recortes de suministro para quedarnos tranquilos” no eran "la decisión correcta" ya que el trabajo de la OPEP "aún no ha terminado ", especialmente con el inesperado aumento de las reservas de crudo de Estados Unidos, que la semana pasada registró máximos de septiembre de 2017.
Sin duda, no se esperaba ninguna decisión sobre nada en concreto en la reunión de Jeddah. No era más que la antesala de la convención de la OPEP que se celebra el 25 de junio en Viena, y de la reunión de la OPEP+ del día siguiente.
Irán está sospechosamente callado desde la reunión del domingo, así que no se conocen detalles sobre lo que planea la Administración de Rouhani, incluso aunque el resto de países de la OPEP parecieran encantados de ceñirse al guion de Arabia Saudí-Rusia-Emiratos Árabes Unidos.
Venezuela expresa su descontento
Esto no significa que la reunión de Jeddah haya estado totalmente desprovista de fuegos artificiales.
Manuel Quevedo, ministro del petróleo de Venezuela, el otro miembro de la OPEP que actualmente sufre sanciones de Estados Unidos, dijo antes de la reunión que su economía e industria petrolera se encuentran bajo el asedio económico y financiero de Washington.
Quevedo ha añadido:
"Esto por lo tanto genera perturbaciones en el flujo del suministro de petróleo al mercado mundial, así como graves daños económicos y sufrimiento para el pueblo venezolano".
El oro encuentra una nueva posición privilegiada tras perder el nivel de 1.300 dólares
La guerra comercial está moviendo también el oro en todas direcciones mientras los inversores tratan de decidir si el mejor refugio es el metal precioso o el dólar estadounidense ante la prolongada batalla que dura ya más de un año y que amenaza con ser un gran lastre para el crecimiento global.
Los lingotes y los futuros de oro registraron mínimos de dos semanas el viernes, dejando atrás definitivamente los niveles alcistas de 1.300 dólares, pues los alcistas del dólar supieron aprovechar mejor la incertidumbre en torno a las negociaciones comerciales de Estados Unidos y China que los adeptos del oro.
La jornada de negociación de este lunes en Asia no ha ido mucho mejor para el oro; el oro al contado, reflejo del comercio de lingotes, se sitúa justo por encima de 1.277 dólares, sin apenas cambios desde el cierre de la semana pasada.
A diferencia de muchos activos, el oro está en una posición única en lo que se refiere al conflicto comercial de Estados Unidos y China. Cualquier novedad positiva significa que el lingote podría beneficiarse de un aumento de la demanda de joyería y otros artículos relacionados con el consumo de lingotes de China, mientras que un resultado negativo podría reforzar la posición del oro como refugio seguro frente al cada vez mayor debilitamiento del crecimiento chino.
Pero estos últimos días, el dólar se ha recuperado también como refugio frente a la preocupación en torno a la guerra comercial. El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, se mantiene casi inalterado en 97,82 este lunes, tras registrar máximos de dos semanas el viernes en 97,84.