Las acciones de Visa (NYSE:V) ganaron más de un 37% en el último año, impulsadas por la sólida performance financiera del negocio. A los niveles actuales de precios, su valuación es demandante, aunque la compañía de tarjetas de crédito ha demostrado tener una calidad extraordinaria y niveles de rentabilidad excepcionales.
Un activo de calidad
Visa es el líder indiscutido de mercado en la industria de pagos electrónicos. La empresa cuenta con una participación de mercado de más del 50% en tarjetas de crédito en todo el mundo, y su grado de participación en tarjetas de débito es incluso superior. En la medida en que los consumidores en todo el mundo están reemplazando el dinero en papel por otras alternativas más eficientes, la firma se encuentra en una posición de privilegio para capitalizar esa tendencia.
Visa cuenta con una de las marcas más reconocidas en el mercado, y su red de pagos incluye 16.800 instituciones financieras, 44 millones de comercios y miles de millones de tarjetas en manos de los usuarios en todo el mundo. La escala del negocio es un factor diferencial clave y y una ventaja estratégica determinante para la firma.
En los últimos años, grandes jugadores de tecnología como Apple (NASDAQ:AAPL) y Google (GOOG) (NASDAQ:GOOGL) han ingresado al mercado de pagos digitales, mientras que jugadores más pequeños, como PayPal (NASDAQ:PYPL), están rápidamente expandiendo su presencia en ese negocio.
Afortunadamente para los inversionistas en Visa, estas compañías han decidido aliarse con el líder de mercado en lugar de competir en forma demasiado agresiva. Claramente, la estrategia competitiva de las empresas tecnológicas tiene que ver con las fortalezas de Visa, tanto en lo que respecta a su poder de marca como a la escala del negocio.
Sus números muestran que el negocio goza de muy buena salud. La facturación de Visa en el último trimestre ascendió a 4.860 millones de dólares, un aumento del 9% en comparación con el mismo trimestre del año anterior. El dato superó los pronósticos de los analistas en 20 millones de dólares.
En el mismo sentido, las ganancias ajustadas por acción fueron de 1,08 dólares, aumentando un 26% interanual. Los analistas de Wall Street esperaban un valor inferior, en la zona de 0,99 por unidad en promedio.
Los niveles de rentabilidad del negocio son verdaderamente extraordinarios: el margen operativo de ganancias de Visa se encuentra en la zona del 68% sobre la facturación. En términos de rentabilidad sobre capital, la empresa genera un retorno sobre patrimonio neto del 26%.
Riesgos y niveles clave de precios
Las acciones de Visa cotizan a una valuación demandante. El ratio precio-ganancias está en la zona de 27,4 veces las ganancias esperadas para la compañía en el próximo año. En función de la calidad del activo es posible justificar una valuación por encima del promedio de mercado, aunque no debe perderse de vista que el precio de entrada representa un riesgo en caso de que la performance del negocio no esté a la altura de las expectativas en el mediano plazo.
El riesgo regulatorio es otra variable clave a tener en cuenta. Dado que Visa ocupa una posición dominante en un mercado altamente rentable, los gobiernos en diferentes países suelen establecer límites a las comisiones que puede cobrar la firma, lo cual obviamente impacta sobre sus márgenes de ganancias.
En la industria se están produciendo también algunos cambios tecnológicos de envergadura. El boom de los pagos digitales ha impulsado a grandes jugadores en el mercado de tecnología a lanzarse al procesamiento de pagos. En el mismo sentido, las tecnologías de Blockchain presentan un potencial claramente disruptivo en este segmento de negocios.
Visa cuenta con ventajas competitivas formidables gracias al tamaño de su red y el valor de la marca. Estas fortalezas deberían ser valiosas a la hora de proteger su negocio. Además, la tendencia parece ser que los principales jugadores del mercado buscan asociarse y crear alianzas en lugar de competir agresivamente. Más allá de esto, es importante monitorear el ecosistema de la industria de pagos y la capacidad de Visa para mantener su posición de liderazgo en el mismo.
Técnicamente, las acciones de la empresa de tarjetas presentan una clara tendencia alcista de largo plazo. El ajuste reciente de precios generó un quiebre transitorio de dicha tendencia, aunque los valores lograron recuperarse y retomar la tendencia ascendente por encima de la zona de 120 dólares por acción. Este nivel resulta importante en el corto plazo, ya que señala la continuidad o no de la tendencia ascendente de precios.
Un quiebre por debajo de la línea de tendencia podría llevar al activo a testear nuevamente la zona de 115-110 dólares por unidad. Este nivel funcionó como soporte durante el ajuste observado en el mes de febrero. Por el contrario, en caso de que logre sostener la tendencia alcista de precios, es probable un nuevo testeo de los máximos históricos de precios para Visa, en la zona de los 127 dólares por acción.
En promedio, los analistas de Wall Street tienen un precio objetivo de 140,23 dólares para las acciones de Visa. Este valor representa un potencial alcista de cerca del 16% frente a los niveles actuales.
Fuente: DIF Markets