- La actualidad. El fabricante francés de equipos ha publicado un volumen de negocios correspondiente al primer trimestre de 2020 superior a lo previsto y ha realizado un raro ejercicio de transparencia, que nos permite evaluar la capacidad del grupo para amortiguar el impacto de la crisis sanitaria.
- Nuestro análisis. Si bien la facturación del primer trimestre registra un descenso del -8,3%, esta disminución es menos pronunciada de lo esperado. A pesar de la grave recesión económica, el grupo de Clermont-Ferrand ha conseguido aumentar sus precios (un 2%), lo que permite compensar una parte de la reducción de volúmenes (-11,7%). Aunque la dirección no ha proporcionado ninguna orientación para 2020, debido a la poca visibilidad, sin embargo, ha realizado un notable ejercicio de comunicación, teniendo en cuenta el carácter cíclico inherente a su modelo: el fabricante ha compartido sus diversas pruebas de estrés, considerando escenarios de caídas de volumen que van del -20% al -35% y que generarían una disminución en el resultado de explotación del orden del -50 -55%. Estas pruebas de resistencia han puesto de manifiesto la capacidad del grupo para generar un flujo de caja libre positivo, incluso en caso de una caída del -25% en los volúmenes.
Desde una perspectiva de liquidez, MICHELÍN cuenta con 2.300 millones de euros de efectivo a finales de abril, sin contar líneas de crédito -no utilizadas- de unos 1.500 millones de euros. La deuda neta -de 5.200 millones de euros- es estable, en comparación con el final del ejercicio 2019. Incluso en un escenario extremo en que los volúmenes cayeran un -35%, el proveedor de piezas de automóviles considera que no tendría necesidad de recurrir a su línea de crédito de seguridad.
- En conclusión. Movilizado para producir mascarillas de forma masiva, el grupo ha reducido su dividendo y reduce sus inversiones en más de un tercio con el fin de mantener sus reservas de liquidez. Estos elementos tranquilizan sobre la capacidad de MICHELÍN para generar liquidez, un punto crucial para cualquier empresa cíclica en tiempos de crisis. La acción se está pagando a 5 veces el EBITDA 2021, un nivel razonable a pesar del reciente repunte del valor, del 30%.