La Reserva Federal de Estados Unidos está abierta a la posibilidad de más compras de bonos para estimular la economía, pero las condiciones podrían tener que empeorar para que se logre un consenso, indicaron las minutas del encuentro de junio del banco central.
La Fed decidió en junio ampliar su último esfuerzo por mantener las tasas de interés bajas, anunciando que comprará 267.000 millones de dólares adicionales en bonos a largo plazo con recursos de notas del Tesoro de corto plazo.
Tras esa decisión, que fue considerada modesta, muchos economistas esperan que la Fed lance una tercera ronda de compras directas de bonos que aumentaría el tamaño de la hoja de balances del banco central, que ya asciende a 2,9 billones de dólares.
Las minutas mostraron que pocos funcionarios del comité de política monetaria pensaron que el reciente debilitamiento de la economía era suficiente para justificar una acción más audaz.
Pero el informe sugirió que aún no se lograba un consenso sobre el tema, al menos antes de conocerse el informe de empleo de junio la semana pasada, que mostró que apenas se crearon 80.000 puestos de trabajo.
“Varios miembros señalaron que podría requerirse una política monetaria adicional si la recuperación económica perdiera impulso, si los riesgos a los pronósticos se volvieran suficientemente pronunciados o si pareciera probable que la inflación marche de forma persistente bajo el objetivo de largo plazo” de 2 por ciento, señalaron las minutas.
Las acciones de Wall Street ampliaron sus pérdidas tras el informe, que no logró dar a los inversores el tipo de garantía sobre un nuevo estímulo que muchos esperaban.
“Realmente no vemos ningún indicio claro en estas minutas de que la Fed esté más cerca que en su anterior encuentro de un tercer alivio cuantitativo”, dijo Omer Esiner, analista de Commonwealth Foreign Exchange en Washington. “Mucha cautela sobre el panorama económico y la puerta sigue abierta a un tercer estímulo, pero nada inminente en estas minutas”, agregó.
La economía estadounidense creció apenas un 1,9 por ciento en el primer trimestre y muchos economistas creen que la expansión se habría desacelerado incluso más en el segundo trimestre.
El crecimiento del empleo se moderó a un promedio de apenas 75.000 empleos por mes en el segundo trimestre desde los 226.000 vistos en los primeros tres meses del año. Se cree que la economía necesitaría crear aproximadamente 125.000 empleos por mes para lograr una baja de la tasa de desempleo, actualmente en un 8,2 por ciento.
Las proyecciones publicadas tras el encuentro del mes pasado mostraron que la Fed rebajó con fuerza sus proyecciones para el crecimiento de la economía. Ahora espera que la actividad se expanda entre un 1,9 y un 2,4 por ciento este año, por debajo del rango de 2,4 a 2,9 por ciento estimado anteriormente.
Algunos consejeros parecieron preocupados porque una nueva ronda de compra de bonos podría dañar al mercado de la deuda del Tesoro.
“Algunos miembros señalaron que constantes compras de bonos del Tesoro de largo plazo, en algún punto, podrían conducir a un deterioro en el funcionamiento del mercado de bonos que podría socavar los efectos de la política”, de acuerdo con las minutas.
“Sin embargo, a nivel general los funcionarios acordaron que tales riesgos parecían bajos en el presente y eran compensados por los esperados beneficios de la medida”, sostienen las minutas.
El personal de la Fed, al igual que los propios consejeros, recortó sus proyecciones para el PIB en junio y cree que la economía no haría avances significativos en la reducción del desempleo hasta el 2014, de acuerdo con las minutas.