Cambio impresiones con uno de mis gurús favoritos. "En la presentación de resultados de la Caixa el viernes, su presidente, Isidro Fainé destaca de manera sosegada, como siempre, que hay que aprender a convivir con la incertidumbre. No sólo en el ámbito financiero si no en todos los ámbitos de la vida. Ante un el auditorio, repleto de periodistas, su discurso bien hilado y mejor desarrollado, advierte de los enormes desafíos, de las grandes competencias y de retos hasta ahora desconocidos. Mi gurú sale rápidamente al quite. "La Bolsa no ha logrado desenredar la madeja de las valoraciones en combinación con las expectativas de futuro y, lo que es más importante, de la demostrada capacidad de anticipación de la que ha hecho gala el mercado en numerosas ocasiones. Estamos ante uno de los periodos de mayor incertidumbre de los últimos 75 años y las Bolsas están condenadas a equivocarse en las dos direcciones, salvo que se cumplan las expectativas de que conforme pase el tiempo el deterioro de los indicadores económicos sea mayor al que se ha manejado. De ser así, el suelo de los principales índices está más lejos....".
"Desde que comenzó el año, la creencia entre los mejores expertos del mercado es que las valoraciones aún siguen altas pese a los tremendos varapalos, porque el acicate de una política monetaria europea y global más laxa, y el anuncio del BCE respecto a puesta en marcha de nuevas medidas, no son suficientes para enderezar otros asuntos relevantes en el proceso histórico de las cotizaciones bursátiles, como son los beneficios empresariales y la normal circulación del dinero, o al revés. Un músculo económico más endeble actúa en detrimento de una mejora en los resultados empresariales y éstos debilitan la cotización de sus títulos en el mercado. Algo así como una espiral de debilidad que perjudica al mercado...".
"Convive este fenómeno irrefutable con una incertidumbre desconocida, desde hacer años, en España, en Europa y en el mundo en general. El factor político destruye puentes cuando debería hacer lo contrario. El factor político ensalza posturas populistas, que es lo que menos conviene. El factor político destaca luchas a brazo partidos, garrotazos, que es la peor lección que puede dar...".
"Incertidumbre, que la política agranda. Política en Portugal y en España en estos momentos. Política, con respecto a su papel en la EU, en UK. Política en ya dos años en Alemania, Francia e Italia. Política en Estados Unidos, ya comenzada a nivel regional. Política y más política¿hasta qué punto los bancos centrales pueden trabajar al margen de todos estos riesgos políticos? ¿hasta qué punto toda esta incertidumbre política no está afectando de forma negativa a la economía?...".
"En este encuadre, el dinero sigue volando hacia los denominados activos refugios. Pero en épocas de incertidumbre atroz, como la actual, no hay refugios, no hay activos seguros, no hay instrumentos sin riesgo. Precisamente en estos activos, mal denominados refugio a mi modo de entender, puede estar gestándose una gran burbuja...".
Y esto me recuerda lo que sigue: La tendencia de los inversores a buscar activos refugio es cada vez más pronunciada, lo que está llevando a estos activos a niveles de ridícula sobrevaloración, así lo cree Matthew Lynn, fundador de Strategy Economics.
La rentabilidad de estos activos es muy baja, y en algunos casos negativa, es decir, que los inversores están dispuestos a pagar por "el privilegio" de prestar dinero a los gobiernos que gozan de estatus de refugio seguro.
"Ya nadie quiere ser un activo refugio. Las autoridades están intentando cerrar este proceso antes de que se conviertan en una burbuja de locura. Esta tendencia ha provocado una gran entrada de dinero en países como Suiza, empujando al franco suizo hasta niveles que dañan su economía. Zurich y Ginebra no eran ciudades baratas, pero ahora se necesita pedir una hipoteca para pagar una taza de café", afirma Lynn.
La subida del franco ha provocado que el Banco Nacional de Suiza tuviera que intervenir en el mercado de divisas para frenar la revalorización de su moneda. "Está claro que Suiza yo no quiere ser un activo refugio. Lo mismo sucede en Dinamarca".
"Cualquier activo refugio en estos momentos tendrá que enfrentarse contra la oposición de su Banco Central", añade Lynn.