Esta semana vamos a dividir las acciones en tres categorías: acciones de crecimiento (growth stocks), de valor (value stocks) y de rendimiento (income stocks), y evidenciar la importancia de esta segmentación a la hora de la elección de su inversión.
Se llaman acciones de crecimiento las que ofrecen un gran potencial de crecimiento en un espacio corto de tiempo, que atraen a los inversores por el valor de sus ventas, los flujos de caja o los beneficios futuros. Porque el crecimiento es la prioridad para estas empresas, por regla reinvierte los beneficios, no distribuyendo dividendos. De este tipo de acciones, podemos esperar una mayor oscilación de precio, mayor volatilidad, pudiendo proporcionar un mayor margen de valorización, pero también, mayores devaluaciones. Se indican para inversores más tolerantes al riesgo y para un horizonte temporal corto.
Las acciones de valor son normalmente de empresas mayores, exitosas y bien conocidas por el mercado. Se consideran como una buena inversión y segura a medio plazo. Así, los inversores buscan oportunidades, o sea, intentan encontrar si alguna está a ser negociada por debajo del valor de sus fundamentales. Hay varias causas para que los títulos se estén negociando por debajo de su precio justo, por ejemplo, una acción judicial a la empresa, un problema personal de un administrador, por comportamientos poco éticos, o más recientemente, de un tweet de un conflicto con el presidente Trump.
Las acciones de rendimiento se caracterizan por presentar poca volatilidad y de pagar dividendos regulares y elevados. Se trata de empresas limitadas en términos de crecimiento futuro, sin grandes necesidades de inversión, dirigiendo gran parte de los beneficios a los accionistas. En cuanto a la política de dividendos la literatura tiene opiniones diferentes, según Modigliani y Miller los inversores son indiferentes a los plazos de recepción, sin embargo, Gordon y Lintner nos dicen que los accionistas prefieren recibir los dividendos o las ganancias de capital lo antes posible.
Como ejemplo de estos tres tipos de acciones podemos clasificar como acción de crecimiento a la empresa Tesla (NASDAQ:TSLA), como acción de valor a la McDonald's Corporation (NYSE:MCD) y como acción de rendimiento tenemos Procter & Gamble (NYSE:PG) con una tasa de dividendo del 4%.
Diríamos que no hay una estrategia mejor que la otra, sino diferentes perfiles de inversionista.
Los perfiles más conservadores prefieren acciones de rendimiento, proporcionándoles como una renta cada año (dividend yield), perfiles más moderados escogen acciones de valor, invirtiendo en empresas por sus fundamentales ya largo plazo, perfiles más agresivos tienden a optar por acciones de crecimiento, más especulativos, con el objetivo de obtener unos ingresos más elevados.
Sabiendo que ninguno de estos estilos de inversión garantiza la apreciación del valor y todos acarrean riesgo de inversión, nuestra recomendación, como no podía dejar de ser, es construir una cartera diversificada, pudiendo en momentos de expansión económica optar por aumentar el porcentaje de acciones consideradas de crecimiento y en momentos de retracción económica aumentar el porcentaje en acciones de valor y de rendimiento.
Abel Trindade
(Equipo Másquetrading)