El USD comenzó la semana con el pie hacia atrás contra el telón de fondo de una caída de los rendimientos de los bonos de Estados Unidos y la creciente impaciencia de los inversores por las reformas de reducción de impuestos y estímulo fiscal de Trump. Las monedas de alto rendimiento se mantuvieron a flote esta mañana dado que el entorno de baja volatilidad alentó a los inversores a cargar sobre el riesgo. En el complejo del G-10, el Aussie y el Kiwi obtuvieron los mejores resultados, aumentando un 0,44 % y un 0,63 %, respectivamente. El yen japonés consolidó las ganancias de la semana pasada, pero no subió más dado que los participantes del mercado reanudaron la "caza del rendimiento".
La moneda única sigue ganando terreno a pesar de la incertidumbre derivada de las actuales elecciones francesas. Ahora parece que el mercado ya descuenta una derrota de Marine Le Pen o al menos indica que no va a poner en peligro el futuro de la zona euro. El diferencial entre los rendimientos de los bonos a dos años de Alemania y Francia continúa reduciéndose. Después de alcanzar el 0,45 %, el diferencial se redujo a 0,33 % ya que los rendimientos alemanes se recuperaron.
Después de una reunión del G-20 sin incidentes en Baden-Baden, los inversores tendrán datos limitados para analizar. Más allá de eso, será una semana relativamente tranquila, con la excepción de algunos discursos de miembros de la Fed, lo que podría crear algunas olas en el mercado de divisas. Esperamos que la venta masiva del USD tome un respiro en el corto plazo; sin embargo, no se descarta que en el futuro una debilidad adicional del dólar, ya que la paciencia se debilita acerca del impulso económico prometido por Trump.