La expresión déficit presupuestario da mala espina. Al fin y al cabo, conlleva que un país gasta más de lo que recauda en forma de impuestos, se endeuda para cubrir la balanza fiscal y, en última instancia, eleva la deuda nacional. Buena parte de los comentarios estudiados por Fisher Investments España apuntan a que los déficits ponen en riesgo la estabilidad financiera. Quienes recuerden la situación de Grecia a principios de la década de 2010 quizá compartan esta opinión. Sin embargo, nuestro análisis pone de manifiesto que los déficits presupuestarios no son negativos por naturaleza (ni los superávits positivos). Entender el motivo puede ayudar a los inversores a no dejarse engañar por lo que, a nuestro juicio, es un mito.
Según se desprende de los análisis de la actualidad informativa llevados a cabo por Fisher Investments España para formar su opinión, muchos analistas consideran que los déficits presupuestarios son indeseables. Hay quien piensa que un déficit significa que los ingresos del gobierno no bastan para financiar las inversiones públicas, los servicios o la red de protección social o, posiblemente, para estimular sectores o la economía cuando estos necesitan un empujón. Por el contrario, un superávit presupuestario supuestamente implica que la economía satisface las necesidades de la nación sin que el gobierno tenga que endeudarse. Además, los países emiten deuda (por ejemplo, bonos del Estado) para financiar el gasto, y la creencia popular indica que el aumento de la deuda conlleva un incremento de los costes por intereses en el aquí y ahora, por lo que podría precisarse una subida de los impuestos o un recorte del gasto. Sin esas medidas de austeridad, un país corre el riesgo de no poder hacer los pagos de intereses y, por tanto, de incumplir sus obligaciones. A lo largo de la historia, el hecho de no devolver la deuda a tiempo ha provocado acusadas caídas financieras y económicas, según hemos constatado con nuestros análisis.
Sin embargo, los análisis que Fisher Investments España ha realizado de los déficits pasados para formar su opinión señalan que esta "creencia popular" presenta grandes lagunas. Por ejemplo, desde el ejercicio fiscal 1970–1971, el Reino Unido solo ha registrado superávits presupuestarios en cinco ejercicios, y el último fue el de 2000–2001.[i] Pese a operar con un déficit presupuestario durante casi todo lo que llevamos del siglo XXI, la economía británica no está en peor situación que otras economías desarrolladas importantes. Desde 1999, el crecimiento del producto interior bruto (PIB, medida gubernamental de la producción económica de un país) anual medio del Reino Unido fue del 1,7 %, a la zaga del 2,2 % de Estados Unidos, pero por delante del de Francia (1,4 %), Alemania (1,2 %) y Japón (0,7 %).[ii]
En cuanto a Estados Unidos, el gigante americano también ha operado con un déficit presupuestario durante la mayor parte del tiempo desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial, aunque esto no ha tenido un efecto perjudicial para sus mercados.[iii] Analicémoslo con algunos ejemplos. Desde 1950, el déficit presupuestario de Estados Unidos como porcentaje del PIB ha sido, de media, del 3,2 %.[iv] Existen algunos casos extremos en los que este dato resultó mucho más elevado, como sucedió en 2009 (9,8 %) y 2020 (14,7 %), dos años en los que comenzaron mercados alcistas.[v] Por el contrario, la bolsa no tuvo un buen comportamiento cuando el país registró su mayor superávit en comparación con el PIB (2,3 % en 2000).[vi]
Quizá esto parezca ilógico. Sin embargo, según concluyen los análisis históricos de Fisher Investments España, el gasto público suele aumentar precisamente después de que surjan los problemas económicos. En nuestra experiencia, por regla general, cuando los gobiernos logran aprobar y aplicar programas de estímulo fiscal, los mercados, dado su carácter prospectivo, ya se han anticipado a las probables condiciones económicas y han pasado página.
Creemos que comprender que los déficits no son necesariamente negativos para los mercados puede ayudar a los inversores a abstenerse de reaccionar cuando esta popular percepción errónea copa los titulares. Según la opinión de Fisher Investments España sobre las publicaciones financieras que ha analizado, los rumores sobre los déficits suelen darse a la vez que determinados acontecimientos políticos, por ejemplo, una campaña electoral. Del mismo modo, comprender que los superávits no son siempre positivos para la economía o los mercados permite contrarrestar los argumentos de los políticos que dicen que sí lo son. Según nuestros análisis, el gasto público no es superior ni tampoco más influyente que el gasto del sector privado, y mantener esta perspectiva puede ayudar a los inversores a ignorar los rumores.
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El presente documento recoge la opinión general de Fisher Investments Europe y no debe ser considerado como un servicio de asesoramiento personalizado en materia de inversiones o fiscal ni un reflejo de la rentabilidad de sus clientes. No se garantiza que Fisher Investments Europe siga sosteniendo estas opiniones, las cuales pueden cambiar en cualquier momento a la luz de nuevos datos, análisis o consideraciones. La información que figura en el presente documento no pretende ser una recomendación o un pronóstico de las condiciones del mercado. En su lugar, tiene por objeto esclarecer los aspectos tratados. Los mercados actuales y futuros pueden diferir ampliamente de los que se describen en este documento. Asimismo, no se garantiza la exactitud de ninguna de las hipótesis empleadas en los ejemplos contenidos en el presente documento
[i] "The Budget Deficit: A Short Guide", Matthew Keep, Parlamento del Reino Unido, 9/4/2024.
[ii] Fuente: Banco Mundial, a 14/10/2024. Declaración basada en la variación anual media del producto interior bruto (1999–2023) del Reino Unido, Alemania, Francia, Estados Unidos y Japón.
[iii] Fuente: Reserva Federal de St. Louis, a 16/10/2024.
[iv] Fuente: Reserva Federal de St. Louis, a 16/10/2024.
[v] Fuente: FactSet (NYSE:FDS), a 16/10/2024. Declaración basada en el índice de rentabilidad total del índice S&P 500, del 31/12/2008 al 31/12/2020. Valores expresados en USD. Las fluctuaciones entre el dólar y el euro pueden influir en el rendimiento de una inversión al alza o a la baja. Por mercado alcista se entiende un período prolongado marcado por la revalorización general de las cotizaciones.
[vi] ibid. Declaración basada en el S&P 500 con reinversión de dividendos, del 31/12/1999 al 31/12/2000. Valores expresados en USD. Las fluctuaciones entre el dólar y el euro pueden influir en el rendimiento de una inversión al alza o a la baja.