AYER, mientras que los principales índices bursátiles europeos no fueron capaces de consolidar el intento de rebote inicial, los estadounidenses cerraron con fuertes alzas, las mayores desde el mes de diciembre de 2018. Así, la renta variable europea, tras comenzar la sesión claramente al alza, con los inversores animados por la noticia/rumor de una posible intervención coordinada de los principales bancos centrales para minimizar el impacto negativo que se teme que provoquen en la economía mundial las medidas para evitar la propagación del Covid-19, fue perdiendo fuerza, llegando incluso los índices a situarse en negativo durante la sesión. Al cierre, y en línea con el comportamiento en ese momento de Wall Street, las bolsas europeas recuperaron algo de terreno, con los índices cerrando el día de forma mixta y sin grandes variaciones.
En estos mercados, los sectores relacionados con el ocio y el turismo, especialmente las aerolíneas, así como los bancos, grandes perjudicados por los fuertes recortes que están experimentando los tipos de interés, fueron los que peor se comportaron durante toda la jornada, convirtiéndose en verdaderos lastres para los índices. En sentido contrario, los valores de corte defensivo, especialmente las utilidades y los del sector de la sanidad, fueron los que mejor lo hicieron. Los bonos soberanos de los países más solventes, como Alemania, volvieron a subir, lo que provocó nuevas caídas en sus rentabilidades, mientras que los de los países periféricos, España incluida, cedieron terreno, lo que impulsó al alza sus rentabilidades e incrementó las primas de riesgo de estos países.
En Wall Street las primeras horas de la sesión fueron de indefinición, con los índices cambiando de sentido constantemente. Sin embargo, la noticia publicada por una agencia de que HOY el G7 iba a tomar medidas coordinadas para combatir los efectos de la epidemia del coronavirus en la economía mundial -se habló incluso de que en la conferencia intervendrían los bancos centrales-, provocó un fuerte giro al alza de los índices, liderados por los valores de corte defensivo, como las utilidades, y por los valores tecnológicos. Los valores de corte más cíclico e industrial, a pesar de que también subieron, se quedaron algo rezagados. Señalar que este tipo de reacciones al alza suelen ser normales cuando los mercados han caído de forma tan abrupta, ya que la mayoría de los índices y de los valores presentan elevados niveles de sobreventa.
Por lo demás, cabe destacar el fuerte repunte del precio del crudo, tras conocerse que Arabia Saudita va a presionar para que, en la reunión que mantendrá esta semana la OPEP en Viena (Austria) con sus socios “no OPEP”, lo que se conoce como la OPEP+, se apoye una nueva rebaja de la producción de petróleo con el objetivo de evitar nuevas caídas en su precio -ver sección de Economía y Mercados-.
HOY, en principio, esperamos que las bolsas europeas abran al alza, animadas por las fuertes subidas que experimentaron los índices de Wall Street en la sesión de AYER. No obstante, las expectativas de que el G7 anuncie un paquete de medidas conjuntas para combatir los efectos negativos del coronavirus en la economía mundial parece que se han enfriado, al filtrarse que se está elaborando un comunicado en el que el grupo únicamente se compromete a trabajar de forma conjunta contra los mencionados efectos; palabras en lugar de los hechos que esperaban los inversores. Es por ello posible que las alzas iniciales de los principales índices bursátiles europeos se moderen al poco tiempo de iniciada la sesión, a la espera de conocer qué es lo que dice y hace finalmente el G7.
Por su parte, los bancos centrales siguen “amenazando” con nuevas medidas. Si el viernes fue el presidente de la Reserva Federal (Fed), Powell, y AYER el gobernador del Banco Central de Japón (BoJ), Kuroda, a última hora de AYER fue la presidenta del BCE, Lagarde, la que, también en un comunicado, afirmó que la institución está lista para actuar. Finalmente, señalar que esta madrugada el Banco Central de Australia ha pasado a la acción, bajando sus tasas de referencia en 25 puntos básicos, hasta el 0,50%, para combatir el impacto negativo que, en la economía del país, economía muy dependiente de China, a la que vende gran volumen de materias primas, está teniendo ya la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 y la gestión de la misma.
Seguimos pensando que es pronto para comenzar a comprar de forma selectiva en los mercados. Esperaríamos a comprobar que la reacción de las bolsas se consolida antes de hacerlo. Para ello creemos que es necesario que los inversores comprueben con hechos que tanto los distintos gobiernos como los bancos centrales están dispuestos a actuar y, sobre todo, que la epidemia provocada por el coronavirus empieza a estar controlada o, al menos, bien gestionada.