Ha sido una de las noticias más comentadas entre los expertos. Albert Bourla, CEO de Pfizer (NYSE:PFE), vendió el lunes 5,56 millones de dólares en acciones de la compañía (más del 60% de su participación), el mismo día en el que la farmacéutica anunciaba que su vacuna contra el coronavirus tenía una efectividad superior al 90% según los resultados de los ensayos provisionales.
"Hoy es un gran día para la ciencia y para la humanidad", decía Bourla en su cuenta de Twitter:
Bourla vendió 132.508 acciones a 41,94 dólares por acción, según una presentación de la Comisión de Bolsa y Valores el martes por la noche, recogido por Reuters.
En un comunicado, la compañía asegura que Bourla autorizó la venta de las acciones el 19 de agosto, siempre que las acciones estuvieran al menos a un precio determinado.
Sally Susman, vicepresidenta ejecutiva de Pfizer, también vendió acciones ese mismo día, cobrando 43.662 acciones (también al precio de 41,94 dólares cada) una por un total de 1,8 millones. Susman todavía cuenta con 108.804 acciones de Pfizer.
Las acciones de Pfizer cerraron con un alza de casi un 8% el lunes por las noticias, valorando las acciones en 39,20 dólares cada una.
La venta de estas acciones es parte de la planificación financiera personal del Dr. Bourla y un plan preestablecido (10b5-1), que permite, según las reglas de la SEC (Securities and Exchange Commission, el regulador del mercado estadounidense) que los principales accionistas y personas con información privilegiada de las corporaciones que cotizan en bolsa negociar un número predeterminado de acciones en un momento predeterminado, según explicó Pfizer.
Esta estrategia nos recuerda a otra operación de canje por parte de directivos de otra biotecnológica, en este caso de Moderna (NASDAQ:MRNA). El pasado 18 de mayo, la compañía cosechaba máximos en Wall Street con subidas del 30% al anunciar resultados prometedores de su vacuna candidata frente al coronavirus.
Al día siguiente, el presidente financiero y el director médico de Moderna ejecutaron opciones y vendieron casi 30 millones de dólares en acciones combinadas, según muestran los archivos de la SEC.
Lorence Kim, presidente financiero de Moderna, ejerció 241.000 opciones por 3 millones de dólares. Después, los vendió de inmediato por 19,8 millones de dólares, asegurándose un beneficio de 16,8 millones de dólares.
Tal Zaks, director médico de Moderna, gastó 1,5 millones de dólares para poner en efecto sus opciones y las vendió por 9,77 millones, generando una ganancia de 8,2 millones de dólares, detalló CNN.
Estas ventas se ejecutaron bajo los planes de transacciones 10b5-1, que se establecieron previamente. “Estas transacciones se ejecutan automáticamente de conformidad con estos planes”, señaló entonces Moderna.
La regla 10b5-1 está extendida en Estados Unidos. Estos planes regulan cuándo y cuántas acciones los miembros de la compañía, incluidos directores y ejecutivos, pueden vender.
Aunque, como señalan algunos expertos, las transacciones generalmente se ejecutan automáticamente, sin que los integrantes tomen ninguna acción. La pregunta es: ¿Realmente es así?