Este artículo se publicó en inglés el día 15 de noviembre de 2018
Ellen R. Wald
El 29 de septiembre, Bloomberg publicó un escrito titulado “Lo qué el petróleo en 100 dólares por barril significaría para la economía mundial”. El 1 de octubre, la CNBC publicó un artículo titulado "La OPEP 'incapaz de evitar' un salto de los precios del petróleo hasta los 100 dólares por barril este año".
Y sin embargo, los precios del petróleo han caído más del 20% desde principios de octubre; la mayor caída intradía se produjo el martes, 13 de noviembre.
En lugar de subir hasta 100 dólares por barril, el petróleo del WTI lucha por permanecer por encima de la marca de los 55 dólares por barril. En lugar de preguntarse si los coches más pequeños y los híbridos combustible-eficientes regresaran estas fiestas, los analistas están hablando de una ralentización del crecimiento económico global y una disminución de la demanda de petróleo.
La repentina caída de los precios del petróleo puede atribuirse a varios factores, incluyendo:
- La publicación de un nuevo informe de la OPEP en el que el grupo revisaba a la baja sus previsiones de demanda para 2019;
- El tuit del presidente de Trump que provocó una venta masiva el lunes y el martes;
- El fortalecimiento del dólar;
- Los datos de producción de petróleo de las regiones de petróleo de esquisto de Estados Unidos, mejores de lo previsto;
- Los aumentos mayores de lo previsto de las reservas de petróleo crudo de Estados Unidos;
- La decisión del Gobierno de Estados Unidos de conceder exenciones a las sanciones contra el petróleo iraní; y
- La venta de futuros de petróleo por parte de los bancos de Wall Street para reducir su exposición de las coberturas de los productores.
El secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo, ha añadido otra razón a esta lista: la "ansiedad" del mercado sobre la próxima reunión de OPEP.
A pesar de que los mercados frenaron algunas de las pérdidas del petróleo registradas el miércoles, la atención se dirige ahora hacia la OPEP y Rusia. La próxima reunión de la OPEP tendrá lugar en Viena el 6 de diciembre y la reunión de miembros y no miembros de la OPEP se celebrará al día siguiente.
El lunes, el ministro de petróleo saudí Khalid al Falih dijo a la prensa que Arabia Saudí probablemente reducirá sus exportaciones en 500.000 barriles al día en diciembre, debido a la disminución de propuestas de los clientes. Esto no significa que Arabia Saudí vaya a reducir su producción de petróleo. Incluso si no exporta este petróleo, Arabia Saudí podría producirlo y almacenarlo, particularmente teniendo en cuenta que las reservas de petróleo de Arabia Saudí disminuyó durante los meses de verano.
Miembros y no miembros de la OPEP se están planteando reducir la producción de petróleo en 1,4 millones de barriles al día. Como era de esperar, Rusia ya ha dicho que una reducción de esa magnitud le parece demasiado. Sin embargo, la producción de petróleo de Rusia suele disminuir durante los meses de invierno, por lo que la oposición de Rusia podría ser más una pose que una postura de oposición real.
También es posible que los países de la OPEP y sus aliados que han aumentado recientemente la producción por encima de sus asignaciones (Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Rusia) estén de acuerdo en volver a los niveles anteriores. Habían aumentado su producción para compensar la escasez de suministro de Venezuela e Irán.
Pero también es posible que estos países decidan no reducir en absoluto la producción e inundar de petróleo el mercado. La OPEP no parece estar interesada en esta opción ahora mismo, pero todavía queda mucho para la reunión de diciembre.
Además, todavía cabe la posibilidad de que la demanda en 2019 no sea tan escasa como cree la OPEP. Incluso con las exenciones, las exportaciones de Irán seguramente se reduzcan en al menos 1 millón de barriles al día con respecto a sus exportaciones de septiembre y octubre.
Además, algunos datos indican que el estado de la economía de Estados Unidos es favorable y la demanda de productos de Estados Unidos como el combustible sigue siendo fuerte. Además, el desempleo en Estados Unidos es notablemente bajo, otra buena señal para la demanda.
Con el descenso de los precios del petróleo, las refinerías chinas independientes podrían incrementar su producción, otro componente importante de la fuerte demanda global. Además, la subida de los tipos de interés de Estados Unidos y la reciente caída de los precios del petróleo podrían frenar el crecimiento de la producción de petróleo de esquisto, que se encuentra ahora en máximos históricos.
Aunque las noticias de hoy han indicado que la producción ha superado la demanda, eso puede cambiar. Sobre todo si los precios se mantienen en niveles demasiado bajos o caen más.