Ayer fue la peor sesión de operaciones para los principales índices de bolsa estadounidenses desde el llamado “lunes negro” de 1987 y la gran depresión del 1929. El Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq han retrocedido todos a la baja más de un 30% desde los máximos históricos alcanzados durante el mes pasado y terminan con el mercado alcista más largo de la historia de los Estados Unidos que duró unos 11 años.
Sin embargo, para hoy la bolsa en Wall Street abre al alza y es posible que intente corregir un poco la fuerte caída que ha tenido. El presidente Trump está solicitando un paquete de ayuda financiera por 850.000 millones de dólares para estimular la economía y blindarla de los efectos del coronavirus. El sector bancario estadounidense está solicitando fondos adicionales de la Reserva Federal, lo cual ha apoyado a las acciones de instituciones como Bank of America (NYSE:BAC), Citigroup (NYSE:C), Goldman Sachs (NYSE:GS), JP Morgan (NYSE:JPM) y Wells Fargo (NYSE:WFC).
El sector aeronáutico también recupera parte del terreno perdido, después de que Boeing (NYSE:BA) le solicitara ayuda al gobierno estadounidense para todo el sector, lo cual ha apoyado a las acciones de American Airlines (NASDAQ:AAL), United Airlines y Delta Airlines (NYSE:DAL). El sector farmacéutico también ha tenido un buen repunte, después de que Pfizer (NYSE:PFE) anunciara una alianza con la empresa de biotecnología alemana, BioNTech para el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus.
Adicionalmente, las acciones de la empresa Regeneron subieron un 14% después de anunciar el posible descubrimiento de ciertos anticuerpos contra el coronavirus. En Europa parece que la caída de las bolsas se frena, pero todavía se mantienen en territorio negativo, el único índice que se mantiene en positivo es el Ibex 35 de España con una ganancia del 1,06%. El Europe Stoxx 600 abrió la sesión al alza con una ganancia del 3,7%, pero poco a poco se fue desvaneciendo el optimismo y cae de nuevo en territorio negativo.
Temores de recesión
La mayoría de analistas coinciden en que ya es inevitable que la economía global entre en recesión durante el segundo trimestre de este año, incluso el presidente Trump dijo ayer que eso era una posibilidad. Algunos más pesimistas están usando la palabra depresión, pero todavía es muy pronto para saberlo. Con la alta volatilidad que están teniendo los mercados financieros, se le hace más difícil a los analistas crear modelos de proyección a futuro.
El problema es que los analistas y operadores de bolsa no son expertos de la salud y no hay manera de saber cuándo se llegue al pico global de infectados por el coronavirus para determinar qué tan grave va a ser el impacto económico. La incertidumbre es lo que más lastra a los mercados financieros y con el COVID-19, cualquier cosa pudiera suceder. Así como se espera que posiblemente con la llegada del verano al hemisferio norte los contagios bajen, es posible que la emergencia global se extienda más allá de mitad de año.
El S&P 500 completa cuatro semanas cayendo
Sobre el gráfico semanal del S&P 500 podemos observar que el índice completa cuatro semanas consecutivas cayendo y de continuar la debilidad en la bolsa, es posible que complete cinco semanas seguidas a la baja. El índice rompe por debajo de los 2.500 puntos, pero la zona de los 2.315 puntos podría actuar como soporte, siendo ese el mínimo del 2018. De retroceder al alza, la zona de los 2.500 puntos podría actuar como resistencia.
Alexander Londoño - Analista de Mercados, ActivTrades
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