Al parecer tendremos caras nuevas controlando las políticas monetarias estadounidenses; en otras palabras: controlando la maquina de imprimir dinero, como dirían muchos. Lael Brainard, gobernadora de la Reserva Federal (Fed), fue entrevistado para el cargo de presidente de la Reserva Federal en la Casa Blanca la semana pasada, según Bloomberg.
La chica tiene una larga experiencia en el campo bancario, y muchos piensan que es una rival digna para el actual presidente de la Fed, Jerome Powell, quien termina su mandato el día 2 de febrero del 2022. El encargado de elegir quién controlará la máquina de imprimir dinero es el presidente de Estados Unidos, en este caso, Joe Biden, quien mencionó que anunciaría pronto su elección.
“El gobernador de la Reserva Federal, Randal Quarles, anunció que dejaría el cargo a fin de año, dándole a Biden otra vacante para llenar en la junta que ya tiene un puesto vacante y tendrá otro en enero cuando expire el mandato del vicepresidente Richard Clarida” cita Bloomberg. Randal Quarles también posee una vasta experiencia en el campo de las finanzas y la banca, incluyendo el cargo de ex director gerente de The Carlyle Group (NASDAQ:CG) , una de las firmas de capital privado más grandes del mundo, después de dejar la administración Bush.
Mientras que, sea quien sea que ocupe los altos cargos de la Fed se enfrentará a grandes retos para el año 2022. La cadena de suministro sigue poniendo en jaque a los costos de transporte y almacenamiento, los cuales están impulsando el costo de producción de todas las empresas y estos a su vez los precios de los productos y servicios finales. Es decir, la inflación no se ve calmada en el horizonte del mediano plazo.
El aumento de los salarios, para incentivar a las personas a trabajar en ciertas industrias que ya parecen no serles atractivas, es otro factor que está impulsando el precio de los productos y servicios finales. Algunas de estas industrias son la de minería de carbón, la del empaquetado de carne, entre muchas otras.
Según un articulo publicado en Wall Street Journal, los salarios promedios en la industria de la minería del carbón rondan los 100.000 dólares anuales.
Mientras que, para entender la situación de la industria del empaquetado de carne, solo lea los siguientes dos párrafos de este artículo de Leslie Patton y Michael Hirtzer de Bloomberg:
Con la pandemia encendiendo una reevaluación colectiva del trabajo, imagínese publicar vacantes para trabajos de bajos salarios que podrían requerir estar de pie en turnos de 12 horas, trabajar seis días a la semana y levantar repetidamente objetos de 70 libras en condiciones que van desde calor humeante hasta sangre y frío como hielo. Y además de todo eso, su industria recientemente fue noticia por brotes de Covid-19 que causaron la muerte de trabajadores.
Los empacadores están ofreciendo bonos por firmar de 3.000 dólares, pero con cualquier salario, la descripción anterior es absolutamente miserable. Está claro que, como la industria está estructurada ahora, se basa en la existencia de un gran grupo de personas desesperadas que aceptarán cualquier trabajo remunerado que puedan obtener. Cuando el grupo de personas desesperadas desaparece, estos modelos comerciales comienzan a fallar.