Existe una creciente división entre los pronósticos del mercado del petróleo procedentes de las instituciones financieras y las de las organizaciones y agencias que se dedican a evaluar el sector. La OPEP, la AIE y la EIA han publicado recientemente nuevas previsiones que muestran que el mercado del petróleo está a punto de pasar de la escasez a la sobreoferta mucho antes de lo previsto. Lo que podría, por supuesto, ayudar a presionar los precios a la baja.
Los bancos, por otra parte, siguen manteniendo sus pronósticos de que los precios del petróleo van a subir aún más, en algunos casos hasta los tres dígitos.
A continuación analizamos en profundidad los factores que sustentan cada una de estas previsiones y a qué deberían prestar atención los operadores a corto plazo.
OPEP
El último informe mensual de la OPEP sobre el mercado del petróleo corrigió a la baja en 160,000 barriles de petróleo (bpd) sus previsiones sobre la demanda mundial de petróleo y sólo espera un promedio total de 96.4 millones de bpd para 2021. El grupo también retrasó su pronóstico de volver a los niveles de consumo anteriores a la pandemia hasta más adelante en 2022.
El Secretario General de la OPEP, Mohammed Barkindo, presentó un pronóstico aún más pesimista en un panel de la conferencia ADIPEC en Abu Dhabi, diciendo a los asistentes que la OPEP considera que la situación de la oferta y la demanda está cambiando más rápidamente de lo previsto anteriormente. Afirmó que ahora se espera que el mercado mundial del petróleo esté sobreabastecido ya en diciembre.
Algunas de las razones de este cambio son la evidencia de que las reservas de petróleo han estado aumentando durante las últimas 6 semanas, cuando el grupo creía previamente que las reservas no empezarían a crecer sino hasta principios de 2022, y la evidencia de que los altos precios de la energía están frenando la demanda, especialmente en India y China.
AIE
A principios de esta semana, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó un nuevo informe mensual sobre el mercado en el que también predice una relajación de la tensa situación de la oferta y la demanda. La AIE espera que el suministro de petróleo aumente en 1.5 millones de bpd de aquí a finales de 2021. Cree que 750,000 bpd procederán de Arabia Saudita, Rusia (según sus planes de añadir producción de acuerdo con los aumentos de cuota previstos por la OPEP+) y los productores de Estados Unidos.
Al mismo tiempo, la AIE prevé que las nuevas oleadas de coronavirus en Europa y las correspondientes restricciones gubernamentales, junto con una menor actividad industrial debida al aumento de los precios de la energía, frenarán el mercado del petróleo más de lo previsto.
EIA
En su último informe sobre las perspectivas energéticas a corto plazo, la Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA) predijo que el ritmo de consumo mundial de petróleo se ralentizará y que el crecimiento de la oferta de la OPEP+, el esquisto estadounidense y otros productores no pertenecientes a la OPEP superará la demanda a principios de 2022. En cuanto a los precios del petróleo, la EIA espera que el Brent se estabilice en torno a los 82 dólares por barril y se mantenga así durante el resto del cuarto trimestre.
Analistas financieros
La reacción del mercado a estos pronósticos ha sido discreta, y los precios del petróleo sólo se movieron marginalmente el martes. Las razones de ello quizá se encuentren en las declaraciones procedentes del sector financiero, que sigue impulsando los pronósticos de una oferta más ajustada y un mayor movimiento de los precios.
Goldman Sachs dijo recientemente que mantiene su "visión alcista". En opinión de sus analistas, el mercado mundial del petróleo seguirá estando desabastecido y "la fuerza actual de la demanda de petróleo" seguirá impulsando los precios al alza. Goldman aumentó su previsión de precios del petróleo de 80 a 90 dólares por barril.
UBS (SIX:UBSG) emitió un informe similar, diciendo que espera que los precios del petróleo se mantengan "bien soportados" en 2022 y ve al petróleo Brent alcanzando los 90 dólares por barril en diciembre antes de nivelarse en 85 dólares por barril en 2022.
Una {{noticias-2680551||declaración}} de un analista de Commerzbank a principios de esta semana restó importancia a las nuevas previsiones de la OPEP y la AIE, diciendo que espera que "el mercado del petróleo siga siendo ajustado a corto plazo, lo que debería dar soporte a los precios."
Bank of America adoptó una postura aún más firme a favor de la subida de los precios con una predicción de que Brent crude alcanzará los 120 dólares por barril en junio de 2022.
Conclusiones
Los operadores deben evaluar siempre las previsiones de mercado y de precios con un ojo crítico, porque rara vez son correctas y no deben tomarse al pie de la letra. Sin embargo, los factores que intervienen en la elaboración de estas predicciones son fundamentales para entender la dinámica del mercado.
Por ejemplo, la OPEP hace más hincapié en el crecimiento o la disminución de las reservas mundiales de petróleo como indicador del mercado que otras instituciones. La OPEP también está más atenta a la debilidad industrial y a la ralentización del transporte en China, porque sus países miembros son los principales proveedores de petróleo de este país. Sin embargo, es posible que estos factores estén sobreponderados en sus previsiones.
La EIA ve un mayor crecimiento procedente de la industria de esquisto estadounidense que otras instituciones. Es probable que la EIA esté sobreestimando el crecimiento esperado de la industria de esquisto estadounidense, ya que ha estado sobreestimando el crecimiento de la producción durante la mayor parte de 2021.
Los bancos, especialmente los que participan financieramente en empresas que producen petróleo en EE.UU., pueden estar subestimando el potencial de crecimiento de la producción en EE.UU. Basándose en esta relación, podrían estar viendo información que la EIA no ha tenido en cuenta y, como accionistas ocasionales, podrían estar presionando a sus empresas para que no aumenten la producción.
Sin embargo, hay nuevas empresas petroleras que no están cargadas de deuda y que están recibiendo financiamiento de capital privado que están preparadas para impulsar un cierto crecimiento de la producción a corto plazo.
Los operadores deben entender que los bancos también son actores del mercado y han tomado posiciones propias. Es conveniente que los bancos pronostiquen precios más altos cuando han hecho sus propias apuestas en esa dirección.