Vivimos tiempos confusos, qué duda cabe. Tiempos donde el precio de la energía, el crudo, roza los mínimos en décadas, mientras que su moneda base de cotización cae a plomo, toda una contradicción.
Nacen por todas partes nuevas divisas electrónicas, casi como símbolo de mofa hacia lo que debería representar una moneda, símbolo de riqueza de cada nación en PIB y en expectativas futuras.
La credibilidad del sistema monetario actual se ve cada día más resquebrajada por un panorama monetario creado entre bancos centrales a modo de Matrix, donde el dinero cada vez representa menos que el papel en el que está impreso. Todo ello, bajo una falsa esperanza de que con ello la economía simplemente siga en pie. Como decía el señor Draghi, es necesaria una reforma estructural de la economía. Siendo más claros, no todo va a ser fabricar papel para que las cosas vayan bien por sí solas.
En semanas anteriores hemos comentado las sospechas de que el dólar nos sorprenda dando un repunte inesperado, así como que el euro pierda las expectativas que ha conseguido cautivar entre los inversores.
Nada ha cambiado, en realidad; seguimos esperando ese repunte del dólar, puesto que nos resistimos a creer que el dólar, la divisa mundial, pueda caer a plomo durante dos o tres meses frente a la impotencia de los amos del mundo. Es más, mi olfato de operador de bolsa me dice que basta que un evento como éste esté descontado por los mercados (posiciones bajistas sobre el EUR/USD así lo atestiguan, sumado a la pérdida de fe total en que la Reserva Federal continúe la subida de tipos) para sospechar que los fuertes se preparan para comprar a precio de ganga el dólar. Sin embargo, también sospecho que esta mejora del dólar será corta, breve, fugaz y dejará paso a un cambio mayor en el sistema monetario mundial.
Los pasos ya se han dado, la aceptación del yuan como moneda dentro del sistema de reservas del FMI multidivisa DEG, el lanzamiento de bono a 5 años que permite los depósitos de reservas bancarias en esta multidivisa, quizá incluso el sueño frustrado del Señor que Keynes , quien propuso en el Bretton Woods la creación de una moneda mundial que sirviese como punto de encuentro entre las reservas financieras de todas las naciones del mundo.
Caminamos hoy más que nunca hacia un nuevo sistema monetario, donde el dólar será reemplazado por una divisa mundial. Mientras tanto, las divisas electrónicas serán la cara B del nuevo sistema monetario y el oro se alzará en los momentos de transición, como ya lo hizo en los 70, donde las reservas de las naciones se debilitarán en ese parto hace un nuevo sistema monetario.
Mientras tanto y para aquellos que piensen que me pongo demasiado filosófico, aquí les dejo el vídeo reporte donde marco objetivo es claros en los mercados para aprovechar estas reflexiones profundas pero interesantes sobre los mercados de capitales.
Objetivos atractivos en euro, franco suizo, dólar y sus respectivos cruces, así como metales como el oro.