La publicación del dato de empleos de Estados Unidos supone, cada mes, un toque de atención para los operadores e inversores de todo el mundo. La cifra de febrero no es la excepción.
El pronóstico habla de entre 195.00 y 200.000 nuevos puestos de trabajo generados el mes pasado, frente a los 151.000 de enero, cifra siempre expuesta a revisiones. De confirmarse este análisis, el mercado laboral seguirá mostrando signos de crecimiento sólidos, como sucede desde abril de 2014, con pocas excepciones.
A su vez, la tasa de desempleo, que suele tener mayor impacto en los precios que la propia cifra de empleos, quedaría en el 4,9%, luego de estacionarse en dicho nivel en forma inesperada el mes pasado, frente al 5% esperado.
La interpretación que el mercado le da a estas cifras no siempre coincide con lo que se podría considerar lógico. Un buen dato debería en principio dar impulso alcista al dólar, y es lo que normalmente sucede apenas conocida la noticia. Sin embargo, con el paso de las horas, la divisa americana suele recorrer caminos distintos, en función de lo que dicta la bolsa de Nueva York.
Paradójicamente, una cifra satisfactoria suele hacer caer a los papeles líderes, que aún se mantienen en saludables tendencias alcistas por el enorme volumen de dinero que manejan. Pero ese buen dato es el que enciende las alarmas de un alza de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed), y allí radica el motivo de la baja de las acciones. Si, como viene sucediendo en estos días, los índices bursátiles corren en dirección contraria a las monedas, estas podrían apreciarse aún cuando el empleo supere a lo esperado.
En cualquier caso, como siempre, conviene no apurarse. Los minutos posteriores a las noticias de este tipo traen aparejados movimientos imprevisibles y bruscos, que no son fáciles de seguir y menos de operar. Al cabo de unos 10 o 15 minutos el mercado se estabiliza y es allí donde surgen buenas oportunidades. ¿Sucederá lo mismo esta vez? Sin dudas.
En un mes con anuncios de política monetaria, la cifra estará en la mente de los oficiales de la Fed a la hora de decidir. Si bien son escasas las posibilidades de nuevos incrementos en los tipos de interés en el futuro inmediato, los datos de empleo influyen, y de alguna forma, ponen efectivamente en marcha el mes. El dólar, normalmente, mantiene una tendencia similar a la del primer viernes durante unos cuantos días.