El martes pasado, el precio del oro subió después de tocar mínimos de tres semanas, impulsado por la caída del dólar. Esta situación se produce mientras los inversores esperan datos clave sobre la inflación en Estados Unidos y las decisiones de política monetaria de los principales bancos centrales, buscando pistas sobre los futuros movimientos de los tipos de interés. La relación inversa entre el dólar y el oro es un factor crítico, ya que un dólar más débil hace que el oro sea más asequible para los tenedores de otras divisas, estimulando la demanda.
El reporte optimista sobre el empleo en EE.UU. de la semana pasada ha reducido las expectativas de un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal en marzo. Sin embargo, los analistas esperan que la inflación general en EE.UU. se mantenga estable, con una inflación subyacente anual del 4%, significativamente por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal. Esto es relevante para el oro ya que una bajada de los tipos de interés generalmente favorece a los lingotes, que no generan intereses.
Mirando hacia adelante, los analistas técnicos sugieren que el oro al contado podría probar un soporte de 1.977 dólares por onza, y una ruptura por debajo de este nivel podría abrir el camino hacia un rango de 1.944 a 1.962 dólares. Sin embargo, la compra continua por parte de China y las expectativas de un ambiente global incierto sugieren que el precio del oro tiene espacio para seguir creciendo. Los bancos de Wall Street proyectan que el oro podría superar su máximo histórico de 2,075 dólares por onza en los próximos meses, impulsado por la demanda de China y Occidente.
Para lo que queda de esta semana, el mercado del oro presenta dos escenarios posibles:
Escenario Alcista:
Si los datos de inflación en EE.UU. muestran estabilidad o un incremento, esto podría llevar a los inversores a buscar refugio en el oro, impulsando su precio. Además, si la Reserva Federal indica una política monetaria más laxa, el oro podría beneficiarse. En este escenario, podríamos ver al oro probar o incluso superar su resistencia cerca de los 2,075 dólares por onza, especialmente si la demanda china se mantiene fuerte.
Escenario Bajista:
Por otro lado, si los datos de inflación son más bajos de lo esperado, o si la Reserva Federal sugiere un enfoque más agresivo en el manejo de los tipos de interés, esto podría fortalecer al dólar y reducir el atractivo del oro como inversión. En este caso, el oro podría descender hacia el soporte de 1.944 a 1.962 dólares por onza. La evolución de la política monetaria del Banco Central Europeo y del Banco de Inglaterra, también programadas para esta semana, influirán en este escenario.