La semana pasada estuvo marcada por la ausencia de datos y eventos macro de calado, tanto desde Estados Unidos como desde Europa. Ello ha provocado en las cotizaciones de los principales pares de divisas movimientos puramente técnicos entre niveles importantes.
El dólar estadounidense se resiste a ceder terreno ante sus rivales y la verdad es que, desde un punto de vista macro, no tiene ningún motivo para que esto suceda. Por una parte, las materias primas no acaban de adquirir fuerza alcista, por otra, las demás economías de los principales países a nivel mundial, siguen siendo un cúmulo de incógnitas.
Otro punto a tener en cuenta es que, los datos macro que se van conociendo desde Estados Unidos si bien reflejan una ralentización, no denotan un enfriamiento claro en los últimos meses y por último, debemos tener en cuenta que es el único país que aunque sea a ritmo lento, está subiendo tasas de interés.
En definitiva y desde un punto de vista macro, el dólar no cede porque de momento no tiene motivos para hacerlo o al menos, en la superficie es lo que se aprecia, otra cosa es que en términos internos se esté cociendo algo que a los pequeños inversores se nos escape de un análisis lógico y normal.
La cotización del EUR/USD termina una semana negra, con pérdidas muy abultadas del 1,50%, volviendo de nuevo al radio de influencia del refugio histórico de muy largo plazo (1,0609), que sigue siendo la pieza vital y el único soporte importante que le puede salvar de caídas en términos de largo plazo.
Por la parte de arriba, como ya venimos comentando desde hace semanas, la clave sigue estando en el nivel 1,0857 y de momento las órdenes vendedoras se han impuesto a las compradoras un poco antes de llegar a esta pieza, denotando la debilidad del par. Solamente la consolidación por encima de este nivel le generaría al par presiones alcistas.
Como evento especial esta semana, el Parlamento británico ha dado luz verde para que el Gobierno del país comience con el proceso de separación con el resto de la Unión Europea. La libra se mantiene estable en este inicio de año y salvo, algunos movimientos de volatilidad extrema de corto plazo no sufre pérdidas destacables, de hecho y por ejemplo el par GBP/USD mantiene un ligero tono positivo de un 0.89% con respecto de su precio anual (1,2347). La divisa inglesa y todos sus cruces se verán durante todo el proceso brexit expuestos a movimientos inesperados de volatilidad.
El miedo escénico que tenían los grandes inversores ante la llegada del señor Trump a la presidencia de Estados Unidos parece que, de momento, se ha difuminado y ello se refleja en el comportamiento de los principales índices bursátiles, sobre todo los del país en cuestión que siguen marcando nuevos máximos históricos.
Unos hablan de burbuja y que de un momento a otro las bolsas van a caer un 30%, otros dicen que, el movimiento alcista es sólido y va acompañado de excelentes volúmenes de liquidez. Como siempre, el tiempo nos sacará de dudas, pero una cosa si tenemos clara, y es que las bolsas han intentado corregir de una forma sería durante los últimos meses y no lo han conseguido.