Los precios de los metales industriales desde el fondo del mercado bajista han aumentado en más del 50% y ciertamente no son tan baratos como las materias primas agrícolas. Hay varias razones:
- tenemos un crecimiento económico decente, especialmente en los países en desarrollo,
- el dólar ya se ha debilitado, y como ya sabéis, las materias primas desempeñan un papel de anti-dólar,
- muchos fondos de China invirtieron fuertemente en materias primas industriales
En la actualidad, los metales industriales ciertamente no son baratos, pero se encuentran lejos de los máximos de 2011 o 2008 (la última burbuja). Los precios del cobre deberían crecer en la ola de expectativas de un mayor consumo junto con el desarrollo de los automóviles eléctricos. A su vez, los precios del aluminio o el níquel aún se ven atractivos. Es cierto que las regulaciones bancarias en la sombra en China pueden tener un impacto negativo en los precios, pero mi tipo para AIGI (ETN para 4 metales industriales) es de 16,5 USD en 2018.
Petróleo crudo
Actualmente, el petróleo crudo parece el material perfecto para jugar contra ello (short). Es caro en el corto plazo, tenemos un nivel extremadamente alto de optimismo y los comerciales (los bancos de inversión más grandes) tienen la posición corta más grande de la historia. Además, los precios en los niveles actuales significan que los productores de gas de lutita puedan comenzar a perforar nuevamente.
En los próximos meses preveo caídas de hasta los 60 dólares en Brent y 56 dólares en WTI, mientras que en la segunda mitad del año, en la ola de debilidad del dólar, creo que los precios superarán los 75 – 80 USD. Todavía estamos lejos de los niveles de 2014, pero no debemos olvidar que el precio del petróleo aumentó en un 120% desde el fondo del mercado bajista. A más largo plazo (2-3 años), creo que se establecerá una alianza más fuerte entre Arabia Saudí y Rusia para controlar más efectivamente los precios del petróleo. La pregunta es qué papel desempeñará EE.UU.
El uranio
El uranio es un activo cuyos precios son bastante estables. Después del desastre de Fukushima, entramos en un período de una fobia total hacia el uranio. Japón clausuró los reactores nucleares, mientras que muchos países europeos han anunciado que serán cancelados o suspendidos. Solo China e India abordaron el tema de forma inteligente. En última instancia, es imposible reemplazar la energía del uranio con fuentes de energía renovables u otro sustituto en unos pocos años. El efecto fue que los precios del uranio disminuyeron constantemente en los últimos 6 años y medio, mientras que otros proyectos mineros se cerraron al mismo tiempo.
La situación fue alterada por la decisión de Cameco (NYSE:CCJ), el mayor productor de uranio. Sin anuncios previos, decidió cerrar su proyecto minero más grande. Esta postura de Cameco podría ser comparada con un escenario en el que Rusia o Arabia Saudí, de repente, suspendiesen por completo la producción de petróleo. Además, un mes después, el gobierno kazajo (con el 40% de la producción mundial bajo control) anunció una limitación de la extracción e introdujo restricciones a las exportaciones. El mensaje es claro: a precios muy bajos, nadie quiere deshacerse de la preciada materia prima.
La consecuencia fue que durante ese mes, la cotización de URA (ETF de productores de uranio) aumentó en un 37 %. Actualmente, tenemos una corrección, pero no es tan importante, ya que las cotizaciones de URA son aún un 88% más bajas que antes del desastre de Fukushima.
Mi tipo para URA en 2018 es 25 USD o un 60% por encima de los niveles actuales. La subida puede parecer bastante grande, pero no deberíamos olvidar que aun así estaría un 80% por debajo del máximo de 2011.
Metales de tierras raras y materias primas estratégicas
Otro grupo sobre el cual estoy bastante tranquilo a pesar de un rally específico en 2017. Cuando en junio del año pasado presté atención a REMX (ETF para tierras raras y materias primas estratégicas), el precio fluctuaba alrededor de 17 USD. Hoy es un 80% más alto. Sin embargo, esto no cambia el sesgo a largo plazo.
Este grupo todavía es barato al principio, pero esto no es lo más importante. La clave es que, durante años, China ha monopolizado totalmente la extracción de estas valiosas materias primas. En el caso de muchas de ellas, no hay sustitutos ni elasticidad-precio. Para crear un producto X tecnológicamente avanzado, debe comprar materia prima Y, independientemente de cuánto le cueste.
La guerra comercial entre los EE. UU. y China está cobrando impulso y no hay indicios de que la situación se calme pronto, más bien todo lo contrario. Si China introduce restricciones a la exportación de cualquiera de las materias primas o de todo el conjunto, puede conducir fácilmente a una explosión de los precios.
En cualquier caso, por el momento para 2018, veo un aumento tranquilo en la región de los 40-50 USD. No debéis olvidar, sin embargo, que éste es un activo muy variable, en el que las fluctuaciones del 20% hacia un lado u otro son algo común.