Manifestantes españoles se enfrentaron el martes con la policía en Madrid en una serie de protestas en momentos en que el Gobierno se apresta a anunciar otra ronda de impopulares medidas de austeridad.
Miles de personas se reunieron en la Plaza de Neptuno para hacer una cadena humana en torno al Congreso de los Diputados, fuertemente custodiado por más de 1.300 policías.
La policía antidisturbios cargó contra algunos manifestantes y detuvo a varios, según imágenes difundidas por televisión.
La protesta, promovida por internet por diferentes grupos de activistas, tenía un público más joven que en las recientes concentraciones convocadas por los sindicatos.
Los manifestantes dijeron que estaban hartos de los recortes de salarios y en salud y educación.
“Mi salario anual bajó en 8.000 euros (10.400 dólares) y si siguen recortándolo no llegaré a fin de mes”, dijo Luis Rodríguez, de 36 años, un bombero que se unió a la protesta.
Dado que la meta de déficit de presupuesto de este año parece cada vez más difícil de alcanzar, el Gobierno conservador busca alternativas como el dejar de indexar las pensiones por la inflación, fijar impuestos a las transacciones de acciones, “impuestos verdes” sobre emisiones o eliminar exenciones tributarias.
El presupuesto del 2013 es el segundo que ha tenido que pasar el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, desde que asumió en diciembre. El mandatario debe persuadir a los socios europeos de España de que puede recortar la brecha presupuestaria en más de 60.000 millones de euros para el 2014.
Rajoy ya ha aprobado recortes de gastos y alzas de impuestos que equivalen a más que dicho monto en los próximos dos años, pero las cifras de mitad de año muestran que la meta de déficit del 2012 se salió de las estimaciones mientras los pronósticos de ingresos tributarios no serán alcanzados debido a la contracción económica.
España está en el centro de la crisis de deuda de la zona euro por el temor a que el Gobierno no pueda controlar sus finanzas, golpeado por la segunda recesión desde el 2009, que ha dejado a uno de cada cuatro trabajadores sin empleo y presionado al alza los costos del endeudamiento.
Mientras crece el descontento y las protestas en España, Rajoy está frenando un pedido de ayuda a Europa, que activaría el programa de compra de bonos del Banco Central Europeo y rebajaría las castigadas primas de deuda del país.
Rajoy dice que evalúa las condiciones del eventual rescate, pero la sospecha del mercado de que podría tener que esperar hasta las elecciones regionales del 21 de octubre presionaron al alza los rendimientos de corto plazo en una subasta el martes.
Se espera también que el Gobierno establezca un nuevo cronograma de reformas económicas, el jueves o viernes, visto como un intento de adelantarse a las estrictas condiciones impuestas por la UE a la petición de ayuda.
La cifra de déficit de mitad de año indica que las cuentas nacionales ya están en una pendiente que conduce al pedido de un rescate.
El déficit a fines de junio se ubica por sobre el 4,3 por ciento del Producto Interno Bruto, incluyendo transferencias a los bancos rescatados, lo que hace casi imposible alcanzar la meta del 6,3 por ciento para finales de año.
Para el 2012, las medidas buscan obtener ahorros por más de 13.000 millones de euros, pero los economistas estiman que el déficit será casi un punto porcentual mayor al objetivo, implicando nuevas necesidades de ahorro por hasta 10.000 millones de euros solo este año.
Más del 60 por ciento de los gastos del Gobierno van a las pensiones, beneficios por desempleo y al pago de deuda, haciendo más difícil recortes en el lado de los ingresos sin golpear a los 6 millones de desempleados.