"Tres años después, se suceden los mensajes, se reiteran las advertencias de los peligros que entrañaría para la economía del mundo la precipitación desordenada de sucesos en los mercados de divisas. Hasta ahora, China y EE.UU. han controlado sus devaluaciones y han mirado para otra parte cuando Japón ha hecho lo propio. Pero la debilidad de la economía global resucita miedos, genera pánico al ver más cerca que nunca la daga del proteccionismo. Los mercados son sordos por naturaleza, máxime, si como ahora sucede, viven un momento dulce confiados en que el Gran Hermano seguirá protegiéndolos. Hasta que desaparece la sordera crónica. Todos quieren que la fortaleza de las divisas ajenas (o la debilidad concertada de su propia divisa) mejoren, sin más, la competitividad. O sea, un viejo asunto, que con el paso del tiempo se ha mostrado tan insuficiente como peligroso", me dice el analista jefe de un banco extranjero especializado en operaciones carry trade.
"Sí, este es un sentimiento global desde hace tiempo, precipitado ahora por la devaluación de la divisa china. Por eso, en mi banco intuimos grandes movimientos en los mercados de divisas, que pueden ocasionar serios disgustos a los especuladores en Bolsas y divisas. La volatilidad cambiaría es el peor enemigo para las Bolsas y commodities", añade.
Y las Bolsas ayer no hicieron caso a a Comisión Europea, que indicó estre martes que ve un "paso positivo" en la decisión del Banco Popular de China (BPC) de devaluar el yuan casi un 2% para reactivar su economía. "Consideramos que se trata de un paso positivo", ha declarado en una rueda de prensa en Bruselas la portavoz comunitaria en materia económica, Annika Breidthardt.
De manera general, Bruselas considera que el valor de cualquier moneda "debe ser determinado por los fundamentos económicos", ha añadido la portavoz. La medida anunciada la noche del lunes muestra, indica, un cambio en el régimen de operaciones que permitirá "reflejar mejor el equilibrio entre la oferta y la demanda" en los mercados de divisas.
La decisión del instituto emisor chino de elevar el punto medio de cambio diario de su moneda a 6,2298 yuanes por dólar, frente a los anteriores 6,1162 yuanes, representa el mayor ajuste diario en la referencia, a la que se permite oscilar un máximo del 2%.
Y en este escenario, el Ibex 35 sucumbió ayer, como el resto de las plazas mundiales, con los valores más dependientes de la economía china fuertemente castigados tras la decisión del gobierno del país de devaluar el yuan de forma inesperada.
La decisión afectaba también a los fabricantes de metales como ArcelorMittal (MADRID:MTS) o Acerinox (MADRID:ACX) por el esperado alza de los costes de las materias primas tras la decisión del país asiático. Cayeron un 4,2 por ciento y un 2,927 por ciento respectivamente.
Pero uno de los valores que más pesaron en la caída por su alta ponderación fue Inditex (MADRID:ITX), que bajó un 2,6 por ciento por su fuerte exposición al país occidental.
China es un país muy importante para las exportaciones de las economías europeas, que hasta la fecha se habían beneficiado de la debilidad del euro después de que el Banco Central Europeo iniciara su programa de recompra de deuda.