Este artículo fue escrito en exclusiva para Investing.com
- Aumenta considerablemente la capitalización del mercado de las criptodivisas en 2021
- Aumenta la aceptación del mercado
- El frenesí especulativo sigue impulsando los precios
- Los reguladores vigilan la floreciente clase de activos
- El control de la oferta monetaria es un factor crítico para los gobiernos; cuanto mayor sea la capitalización de mercado, mayores serán las preocupaciones
El Bitcoin y el Ethereum son las dos criptodivisas principales. A finales de 2021, representaban más del 60% de la capitalización de mercado total de la clase de activos. En el nivel de 47.000 dólares, el valor del Bitcoin se acercaba a 894.000 millones de dólares. A 3.715 dólares por token, la capitalización de mercado del Ethereum ascendía a casi 445.000 millones de dólares.
Al finalizar el año, su valor conjunto acaparaba casi 1,34 billones de dólares de los 2,223 billones de dólares del total de la floreciente clase de activos.
Mientras tanto, la valoración de mercado de Apple (NASDAQ:AAPL), la mayor empresa del mundo a finales de 2021, ascendía a 2,913 billones de dólares, a 177,57 dólares por acción el 31 de diciembre de 2021. El valor total de la clase de activos de las criptodivisas sigue siendo inferior al de la principal empresa que cotiza en bolsa, aunque le pisa los talones.
A medida que nos adentramos en 2022, es probable que la continuación del crecimiento de la clase de activos de las monedas digitales alimente la preocupación de los gobiernos de todo el mundo en torno a los "riesgos sistémicos" creados por las criptomonedas. Sin embargo, la principal preocupación sigue siendo el control de la oferta monetaria, ya que esta clase de activos supone una amenaza cada vez mayor para las monedas fiduciarias.
Aumenta considerablemente la capitalización del mercado de las criptodivisas en 2021
Según CoinMarketCap, a finales de 2020, la capitalización de mercado de la clase de activos de las criptomonedas ascendía a 767.482 millones de dólares. El 31 de diciembre de 2021, superaba los 2,223 billones de dólares, ya que el valor se multiplicó casi por 2,9.
El Bitcoin, líder de la clase de activos, registró una ganancia impresionante en el conjunto del año, pero cerró muy por debajo de los máximos históricos del 10 de noviembre.
Fuente: Barchart
El gráfico destaca la subida de 28.986,74 dólares el 31 de diciembre de 2020 hasta 46.329,11 dólares a finales de 2021, lo que supone un aumento del 59,83%. Sin embargo, el Bitcoin cerró un 32,77% por debajo de sus máximos históricos del 10 de noviembre, registrados en 68.906,48 dólares.
Al Ethereum, por su parte, le fue aún mejor en 2021.
Fuente: Barchart
El Ethereum pasó de 738,912 dólares a finales de 2020 a 3.688,877 dólares el 31 de diciembre de 2021. La segunda criptomoneda líder ha multiplicado su valor casi por cinco. El Bitcoin ofreció un rendimiento inferior al de la clase de activos en general en 2021, mientras que el Ethereum registró un rendimiento superior.
El Bitcoin es un medio de intercambio, mientras que el protocolo de Ethereum es la plataforma de muchos de los más de 16.200 tokens existentes. Ethereum es más rápido, más eficiente y, su próximo lanzamiento, el Ethereum 2.0 será una criptomoneda más ecológica, ya que requiere mucha menos energía de minado a través del mecanismo de prueba de participación.
Aumenta la aceptación del mercado
El crecimiento de esta clase de activos refleja el rechazo a las monedas fiduciarias en un año en el que la inflación se ha apoderado de los mercados, erosionando el valor del dólar estadounidense, el euro, la libra, el yen y la mayoría de los demás medios de intercambio fiduciarios. El valor de las criptomonedas va en función de la oferta y la demanda, sin ninguna intervención de los gobiernos.
Mientras que el frenesí especulativo creado por la acción alcista de los precios ha impulsado las criptomonedas, la creciente comodidad con los tokens como pago aceptable para los bienes y servicios ha jugado un papel importante en el crecimiento.
El apoyo del director ejecutivo de Block, Jack Dorsey, y del fundador y director ejecutivo de Tesla (NASDAQ:TSLA), Elon Musk, fueron factores que impulsaron las ganancias. A finales de 2021, un número cada vez mayor de empresas acepta las criptomonedas como forma de pago, y muchas empresas cuentan con reservas de los principales tokens y cada vez más inversores asignan un porcentaje de sus carteras a las criptomonedas, que se han convertido en una cobertura contra la inflación.
El frenesí especulativo sigue impulsando los precios
Nada hace subir un mercado como una tendencia alcista. La subida del Bitcoin desde los 5 céntimos de 2010 hasta casi 47.000 dólares a finales de 2021 significa que una inversión de 100 dólares hace 11 años valía 94 millones de dólares el 31 de diciembre de 2021.
Estos increíbles rendimientos han hecho que los especuladores acudan en masa a la volátil clase de las criptomonedas. Si la tendencia continúa en 2022 y más allá, el interés de los especuladores no hará más que crecer. Los mercados alcistas tienden a retroalimentarse, ya que el potencial de riqueza es una fuerza magnética.
Los reguladores vigilan la floreciente clase de activos
En finanzas, el riesgo sistémico es el peligro de colapso de todo un sistema financiero o de todo el mercado, a diferencia del riesgo asociado a una sola entidad, grupo o componente del sistema. Una desintegración o colapso aislado podría contenerse dentro de la red sin perjudicar a todo el sistema.
A finales de 2021, en el nivel de 2,223 billones de dólares, el valor total de las criptodivisas sigue siendo inferior a la capitalización de mercado de la principal empresa del mundo, Apple, lo que suponía un escaso riesgo sistémico para el sistema financiero. Aunque la volátil clase de las criptomonedas conlleva muchos riesgos, su colapso no provocaría un desastre económico al nivel actual.
Mientras tanto, si la clase de activos mantiene el mismo ritmo de crecimiento que en 2021, podría ser otra historia. Si la capitalización de mercado crece al mismo ritmo o a un ritmo similar —6,447 billones de dólares a finales de 2022—, los reguladores probablemente tomarán medidas para controlar los riesgos sistémicos de un colapso repentino.
El control de la oferta monetaria es un factor crítico para los gobiernos; cuanto mayor sea la capitalización de mercado, mayores serán las preocupaciones
Mientras que los funcionarios gubernamentales de todo el mundo citarán los riesgos sistémicos como una de las razones para poner freno a las criptodivisas si la capitalización de mercado sigue aumentando, otra cuestión mucho más grave les impulsará a actuar.
Los gobiernos obtienen el poder de sus fuerzas armadas y del control de las finanzas. La expansión o contracción de la oferta monetaria proporciona un poder importante, ya que permite la estimulación o contracción económica. El aumento de la capitalización de mercado de las criptomonedas se produce a expensas de las monedas fiduciarias que obtienen su valor de la mera fe y el crédito de los gobiernos que emiten la moneda de curso legal.
En resumen: las criptomonedas crecen a expensas de las monedas fiduciarias. Es poco probable que los gobiernos cedan uno de sus instrumentos de poder a los particulares. Al mismo tiempo, los criptodevotos ideológicos tienen precisamente esa intención.
Cuanto más aumente la capitalización de mercado de las criptomonedas, más posibilidades tendrán los gobiernos de intervenir para controlar lo que probablemente consideren un enemigo económico que amenaza su poder y control. En 2021, el gestor de fondos de cobertura Ray Dalio no podría haberlo expresado mejor cuando dijo sobre la clase de activos de las criptomonedas:
"Creo que al final, si realmente tienen éxito, se las cargarán. Y creo que se las cargarán porque tienen formas de hacerlo".
En 2022, la continuación del crecimiento y la subida de los precios de las criptomonedas podrían preparar el terreno para una batalla épica entre la clase de activos y los gobiernos, lo que podría causar mucha volatilidad. Invierta sólo el capital que pueda permitirse perder, ya que luchar contra los gobiernos es un juego peligroso.
El punto de inflexión de la capitalización de mercado podría estar en el bajísimo nivel de 3 billones de dólares y en uno altísimo de hasta 5 billones de dólares en 2022. Lo último a lo que los gobiernos están dispuestos a renunciar es a su poder y al control de la oferta monetaria, lo que convierte el de las criptodivisas en un escenario financiero peligroso.
Mientras tanto, las monedas digitales fiduciarias podrían ser la nueva ola que se convierta en el compromiso de la tecnología financiera. Sin embargo, las diferencias ideológicas seguirán marcando las líneas de batalla mientras siguen evolucionando las finanzas durante este año que comienza.