Se espera en todo el mundo que el Banco Central Europeo (BCE) no lleve a cabo ningún cambio en la política o la comunicación en la jornada de hoy. Los nuevos datos más débiles han proporcionado mucha cobertura a los miembros del BCE para que descarten una “normalización” e incluso introducir la especulación de que un aumento del actual programa de compra de activos de 30.000 millones se está considerando actualmente.
Es poco probable que la trayectoria de la inflación moderada mejore en junio debido a la fortaleza del euro y el ritmo de crecimiento más lento. Sin embargo, sospechamos que la consideración real de otra extensión del QE es una cortina de humo. En primer lugar, la desaceleración actual es global y generalmente se considera de carácter transitorio. El anticipo del índice PMI francés y alemán ya ha indicado un repunte. En segundo lugar, está el hecho de que las condiciones generales en Europa han mejorado ampliamente.
La transición de la recuperación económica a la expansión continuará con el crecimiento previsto del PIB, estimado alrededor del 2,2 % para la zona del euro. Los datos duros requieren una acción política extrema, que incluye la tasa de interés negativa y la extensión de las compras de activos. Al igual que con la Fed en 2014, un factor de ajuste significativo fue el deseo de mejorar la política monetaria sólo en caso de que una situación económica exigiera una acción real.
Los bancos centrales necesitan herramientas de política libres y disponibles, mientras que en este momento el BCE está completamente atado. También se teme que, en realidad, la Fed no estuviera generando inflación y manejando la economía real, sino que simplemente estaba alentando la toma de riesgos. Estas son las discusiones que hay dentro del BCE. Además, las decisiones del Riksbank de mantener la política sin cambios y sostener su postura moderada dado el contexto macro más amplio solo sirve para poner de relieve la falta de conexión entre la acción y los resultados.
A pesar de los esfuerzos del BCE para crear la apariencia de una acción de dos vías, solo hay un camino que podría seguir la política monetaria. Está claro que Draghi hoy hará malabares durante la rueda de prensa para hacer que el mercado siga adivinando y no proporcionará una señal alcista para los compradores del euro. Draghi será menos moderado que el 8 de marzo, pero restará importancia a las expectativas del mercado acerca de un ajuste inevitable de la política. Anticipamos que el mes de julio traerá detalles para la deceleración de los activos, que se reducirán de 30.000 millones a 15.000 millones de euros en octubre y a cero hacia fin de año.
Teniendo en cuenta los escenarios base, especialmente dada nuestra opinión de que los bonos de EE.UU. a 10 años han llegado el tope en el 3,01 %, nos estamos posicionando para un repunte del EUR/USD.