Los principales bancos estadounidenses han dado el pistoletazo de salida a la temporada de resultados del segundo trimestre: Citigroup (NYSE:C), JPMorgan (NYSE:JPM) y Wells Fargo (NYSE:WFC) ya han presentado sus resultados trimestrales.
Hasta el momento, los bancos se han beneficiado de la subida de los tipos de interés, aumentando sus ingresos gracias a su vertical de préstamos e inversiones. La cuestión es que esos tipos más altos están haciendo que a los prestatarios les resulte más caro devolver sus préstamos. Después de tres años de impagos relativamente bajos, impulsados en gran medida por los estímulos monetarios de la era de la pandemia y otras formas de ayuda gubernamental, los prestamistas están empezando a tambalearse por los efectos adversos de la subida de los tipos de interés y la inflación.
Se prevé que los seis mayores bancos de EE.UU. (JPMorgan, Bank of America (NYSE:BAC), Citigroup, Wells Fargo, Goldman Sachs (NYSE:GS) y Morgan Stanley (NYSE:MS)) hayan contabilizado colectivamente pérdidas de mas de 5.000 millones de dólares relacionados con préstamos impagados en el segundo trimestre de este año. Además, se prevé que dichos seis bancos provisionen otros 7.600 millones de dólares para cubrir los préstamos que puedan fallar en el futuro. Ambas cifras son casi el doble de lo que eran en el mismo periodo del año pasado, siendo las tarjetas de crédito y los préstamos inmobiliarios las mayores fuentes de dolor para los bancos.
No cabe duda de que los inversores están deprimidos con respecto al sector. Según una reciente encuesta de inversores realizada por Bloomberg, más de la mitad de los 346 participantes dijeron que esperaban que los beneficios de los prestamistas decepcionaran, y esta temporada de presentación de informes confirma un deterioro de las perspectivas del sector, lo que a su vez perjudica a las acciones bancarias.
Ese pesimismo también se refleja en las previsiones de pago a los accionistas de los valores bancarios, ya que se prevé que los seis mayores bancos de EE.UU. dediquen un 8% menos de los beneficios a dividendos y recompra de acciones en 2023 respecto al año anterior.